La politóloga y académica de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Pamela Figueroa, analizó en su reciente columna de El Mercurio al escenario actual de la Convención, en relación al nuevo texto constitucional que está en marcha.
En ese contexto, la Doctora en Estudios Americanos señaló: “El lunes 18 de octubre de 2021, la Convención Constitucional dio inicio al debate de contenidos constitucionales, La fecha es significativa para el proceso, pues un 18 de octubre de 2019 comenzaban las protestas masivas y hechos de violencia, que se ha venido a llamar estallido o revuelta social. El inicio del debate de contenido resignifica esta fecha, y visibiliza el camino que ha tomado el país para abordar una de las crisis sociales y políticas más importantes de las últimas décadas”.
“El encauzamiento institucional del malestar, o institucionalismo transformador, retoma un patrón histórico de cambios sustantivos en Chile y adiciona elementos de un nuevo ciclo político que incorpora nuevos actores y prácticas para abordar los problemas sociales”.
“El reglamento general estableció que “se dará inicio al debate constitucional con discursos de apertura que podrá realizar cada constituyente, que expresarán las diversas visiones sobre las ideas, principios y valores que, a su juicio, deberían inspirar a la Constitución Política”.
La académica destaca y considera relevante los discursos que han realizado Tiare Aguilera y Adolfo Millabur en el contexto del trabajo constituyente: “La diversidad de perfiles, trayectorias y estilos se vio representada en esos cinco minutos inaugurales. Pero como señalamos en el análisis constituyente del Observatorio Nueva Constitución, hay distintas posiciones desde donde surgen los discursos: quienes desde su experiencia vital, personal o profesional relatan su llegada a la Convención Constitucional, y quienes desde su experiencia y posición política exponen sus planteamientos. También se esbozaron discursos de gran contenido histórico que nos llaman a mirar la historia larga, como la carta de Adolfo Millabur o el relato de Tiare Aguilera. Asimismo, hay los discursos pesimistas, de riesgos y preocupaciones, que son los menos. Al mismo tiempo se presentaron contenidos constitucionales, enunciando la importancia de los derechos sociales, las libertades, el medio ambiente, la igualdad de género y no discriminación, la plurinacionalidad, la descentralización, la necesidad de cambio del régimen político, la inclusión de grupos sociales invisibilizados”.
“El punto inicial del debate está dado por las propuestas que las y los convencionales presentaron al inscribir sus candidaturas ante el Servicio Electoral (Servel). La Observación 5 del Observatorio Nueva Constitución, nos muestra que probablemente tendremos un texto constitucional distinto al actual. Un primer elemento a considerar es el método de construcción de mayorías en la Convención, donde se ve una lógica de negociación a partir de la agregación de propuestas. La definición de las siete comisiones permanentes da pistas de un primer índice del nuevo texto constitucional, y la composición de las comisiones permite visualizar la prioridad por temas de los grupos políticos: el régimen político es prioridad para la centroizquierda y la izquierda, y una Constitución económica es prioridad para la derecha, integrando las comisiones de modelo de Estado y medio ambiente”
“Considerando las propuestas agregadas se puede visualizar que el nuevo texto constitucional será distinto al actual en varias materias. Hay un cierto consenso en la necesidad de cambio del régimen político, atenuando el híper-presidencialismo y buscando un equilibrio de poderes entre Ejecutivo y Legislativo. También se avizora una tendencia a descentralizar y distribuir el poder político a nivel territorial, En cuanto a los derechos fundamentales, se ve una impronta fuerte de los derechos sociales, cuestión que se ligará, necesariamente, al modelo político de Estado. Los nuevos derechos se relacionan a la naturaleza y medio ambiente, a grupos históricamente excluidos como género y diversidad, niños, niñas y adolescentes y, finalmente, la ciencia y la cultura. Por último, la nueva Constitución reconocerá y contendrá la plurinacionalidad u otra forma equivalente”.
“En este punto del desarrollo del proceso constituyente, cuando comenzamos el cuarto de los nueve meses iniciales para que la Convención Constitucional presente un proyecto de nueva Constitución, se ajustan los plazos para pasar de los grandes planteamientos a las propuestas concretas, negociaciones y construcción de mayorías”.
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