La politóloga Dra. Pamela Figueroa y el historiador Dr. Julio Pinto, ambos académicos de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, presentaron sus análisis en la convención constitucional en las comisiones 10 y 12 respectivamente, para hablar sobre Participación Popular y Equidad Territorial, como también temáticas de Derechos Humanos.
En ese contexto, la académica Dra. Pamela Figueroa se refiere a la participación deliberativa, como parte de la comisión número 10: “Es una participación bastante más transversal que lo que un representante pueda tener con sus electores, tiene que ser un proceso a través de una metodología que busque la deliberación pública y que sea una deliberación que lleve a resultados… Tradicionalmente las metodologías de participación y deliberación, la gran dificultad que tienen, son los pocos mecanismos para establecer resultados para tener incidencias y trazabilidad en la toma de decisiones”, indicó.
Además, sostuvo: “Lo importante del proceso constituyente que se llevó a cabo el 2016 es que la participación estuvo considerada en todos los momentos. El diseño del proceso constituyente actual es bastante participativo, la ciudadanía pudo decidir si quería o no una nueva constitución elegir a los convencionales constituyentes”, añadió.
Tras el análisis realizado en 2016, la académica señaló: “La deliberación pública lo importante que debe tener es que tiene que llegar a resultados, por eso es una pirámide invertida y para poder llegar a resultados, lo importante es ir sistematizando cada una de las distintas etapas y la sistematización no puede ser solamente seleccionar una muestra de lo que las personas dicen, lo que se tiene que recoger es lo que todas las personas dicen y para eso hay metodologías cuantitativas y cualitativas para poder sistematizar esa información”.
Por su parte, el académico e historiador Dr. Julio Pinto inició su presentación con una reflexión sobre el Estado y la Violencia en la Historia de Chile, en lo que corresponde a la comisión número 12 de Derechos Humanos: “La comunidad le entrega al Estado el monopolio de la violencia para proteger a la comunidad, por una parte, de agresiones externas y por otra parte, que los integrantes de la comunidad se maten entre si, ese es el sentido que tiene, que la comunidad delegue en el Estado el monopolio legítimo del uso de las armas. Teóricamente no se podría entender que el Estado emplee en contra de la comunidad esa misma fuerza que la comunidad le entrega para defenderla en su conjunto”.
En relación a los distintos gobiernos que ha tenido Chile, el historiador reflexionó sobre el Estado Portaliano y el gobierno de Carlos Ibañez del Campo: “Esta forma de enfrentar un descontento social en crecimiento, no da resultado, en lugar de aplacar la conflictividad social, la exacerba y rápidamente ese Estado Portaliano, ya en proceso de descomposición, empieza a perder toda legitimidad, como supuestos representantes de los intereses superiores de la sociedad y en ese momento se asiste a la segunda fundación de Estado en Chile, la fundación Ibañista, como la fórmula de resolver esta crisis que se conoce entre nosotros como la “cuestión social” por la vía de transformar y reformar el Estado”.
Respecto a ciertos mecanismos e instrumentos que se ponen en práctica dentro del Estado, el académico indicó: “En paralelo al despliegue de políticas sociales, se generan también instrumentos que le permiten al Estado, cuando se siente amenazado, actuar para conjurar o reprimir rápidamente esas amenazas, estoy pensando en las leyes de seguridad interior, estados de sitio, zonas de emergencia y en instrumentos como la llamada ley de defensa permanente de la democracia”, afirmó.
Puedes revisar las presentaciones de ambos académicos, aquí: