18 Jul 2021 / Noticias /
Análisis de académico FAHU Dr. Marcelo Mella en “Agenda Pública”: “Chile: Declinación sin reemplazo”

 

El académico de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Marcelo Mella Polanco, analizó lo ocurrido en las elecciones del 15 y 16 de mayo recién pasadas, a la declinación de algunos partidos políticos y a la movilización electoral desde 1989 hasta el 2021.

En ese marco indicó: “En las últimas semanas se han suscitado en Chile diferentes teorías sobre las posibilidades de las fuerzas políticas para los comicios presidenciales y parlamentarios, programadas para el próximo 21 de noviembre. Los resultados de la mega-elección de los pasados 15 y 16 de mayo confirmaron la declinación hegemónica de los partidos tradicionales después del estallido social de 2019 (18-O), sin evidencia todavía de un recambio por parte de algún bloque político emergente. Asimismo, desde un punto de vista de las fortalezas y debilidades de los actores, las modestas cuotas obtenidas por cada bloque político multiplican la indeterminación del proceso, convirtiendo al comportamiento cooperativo en la llave para conseguir gobernar durante los próximos años el país de octubre”.

“Todo esto ocurre en un contexto en el que la participación electoral ha llegado a sus niveles mas bajos desde 1988 y los partidos parecen más cajas de resonancia de los climas de opinión que actores capaces de conducir el proceso de cambios que arrancó con la revuelta social de 2019”.

A través de un gráfico, el académico evidencia una pérdida de capacidad de movilización electoral de las dos coaliciones tradicionales desde 1989 (Centro izquierda y centro derecha), un segundo bloque de izquierda como es el Frente Amplio y la fragmentación del sistema político como resultado de la elección de convencionales en el año 2021.

Sobre este gráfico, señaló: “Esta combinación de fragmentación y declinación de la capacidad movilizadora de los actores ha estado acompañada en los últimos años por una tendencia a la auto-limitación afirmativa, especialmente por parte de las nuevas organizaciones. Dichas conductas no sólo reproducen y amplifican los antagonismos, sino que también dificultan que aquellos bloques que impulsan reformas puedan utilizar sus desempeños electorales agregados para constituirse en mayorías políticas”, sostuvo.

Respecto al sector político de la derecha, el académico indica que existe una derrota que se relaciona con el presidente Sebastián Piñera: “La derecha chilena, golpeada por una derrota ideológica y electoral sin precedentes producida por el estallido del 18 de octubre de 2019 (18-O), el derrumbe en el apoyo al Gobierno de Sebastián Piñera y, posteriormente, por los resultados abrumadores del plebiscito de entrada en 2020, padece una notoria desmoralización electoral tras caer por debajo del tercio histórico de los escaños en la elección de convencionales. El bloque se encuentra ante al dilema de defender el modelo de desarrollo capitalista o impulsar una renovación ideológica, y prueba de ellos son los cuatro pre-candidatos que participarán en las primarias de Chile Vamos. El dilema se plantea en salvar lo que se pueda del modelo o lo que se pueda de los referentes políticos del sector. Paradójicamente, quien mejor representa el rol de incidir en estas primarias es Sebastián Sichel, candidato con una trayectoria sinuosa, de origen democristiano aunque de orientación liberal, ministro de Desarrollo Social y presidente del Banco Estado durante el Gobierno de Piñera y apoyado en la actualidad por fácticos del alto empresariado”.

«El otro líder es Joaquín Lavín, que perteneció a los sectores de la Unión Demócrata Independiente (UDI) más leales a la dictadura de Augusto Pinochet, pero que en la actual coyuntura genera desconfianza en el establishment económico por su pragmatismo táctico y el riesgo de desviación populista. Cualquiera que sea la carta presidencial de la derecha, tendrá grandes dificultades para crecer o incluso mantener su apoyo en un sistema que se ha movido a la izquierda después de 2019 y con un Gobierno que no supera el 20% de respaldo. La mejora de sus expectativas vendrían de una agudización de las discrepancias en el centro-izquierda que impidiera un pacto razonable entre la democraciacristiana y el Partido Socialista, o de que el ensimismamiento en la izquierda convierta al miedo en el gran catalizador de participación reactiva en las elecciones de noviembre.”

“La otra candidatura para las primarias es el diputado Gabriel Boric, del FA, que busca maximizar su crecimiento derrumbando los muros que dividen a los distintos sectores de la izquierda. Esta estrategia puede tener buenos resultados si vota un mayor porcentaje de jóvenes. En lo estratégico, el mayor desafío para este bloque consistiría en movilizar la votación de las diferentes alternativas políticas de izquierda sin membresía partidaria, convergencia que hasta ahora parece compleja”

 

Puedes revisar el análisis completo, aquí: bit.ly/3BaepAn