22 Ago 2017 / Noticias /
Curso de doctorado dictado por académico Marcelo Díaz en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina, en el marco del programa de Movilidad Docente de la Asociación de Universidades del Grupo de Montevideo (AUGM).

También el Dr. Díaz se incorporó como investigador invitado al equipo de investigación dirigido por la Dra. Sandra Visokolskis titulado: Posiciones filosóficas implícitas en la práctica matemática: un abordaje filosófico transdisciplinar que comprende la historia, la psicología y la educación matemática”.

¿Qué significa conocer en el contexto de una sociedad de la información?, ¿es viable la naturalización del conocimiento, es decir, mirarlo desde una perspectiva biológica?, ¿qué nos perdemos de abordar y explicar en tal naturalización. 

Un paradigma de gran presencia en las ciencias actuales y que ha permeado a las personas e instituciones en su vida diaria es el paradigma cognitivista. Desde los años 70 del pasado siglo hasta la fecha hemos ido incorporando una serie de ideas, hipótesis, teorías y también un lenguaje con el que cotidianamente nos referimos al conocimiento, decimos, por ejemplo, que estamos “procesando información”, que estamos “guardando la información en el disco duro” (de nuestra mente), que estamos inmersos en una “sociedad del conocimiento o de la información”, o incluso “del cansancio o de la positividad”, etcétera. No cabe duda que dar una explicación  satisfactoria de lo que sucede en la cognición en los sistemas naturales (humanos y animales) y en los sistemas artificiales se ha transformado en uno de los grandes desafíos que tienen los hombres y mujeres en la hora actual. No se trata solamente de averiguar qué es lo que diferencia a los seres vivos de las máquinas apoyándonos en teorías que van desde la informática hasta la filosofía, pasando por la psicología, la lingüística y la neurociencia, sino de objetivos prácticos mucho más profundos, como implementar en sistemas artificiales programas que simulen las redes neurales del cerebro que están en la base de procesos muy complejos que tradicionalmente hemos considerado exclusivamente humanos (un robot, por ejemplo, que es capaz de reconocer rostros o de conducir un vehículo).

En este curso el Dr. Díaz se explayó sobre las principales etapas por las que ha ido pasando el cognitivismo:

  1. La época en que creíamos que al computar, al manipular símbolos de acuerdo con una sintaxis lógica incluida en un programa, estábamos literalmente pensando (pensar es computar). Esta es la etapa en que la influencia de Turing, Chomsky y otros científicos cognitivos coparon totalmente las explicaciones de la cognición.
  2. El momento en que los científicos cognitivos, considerando las limitaciones del modelo de procesamiento de símbolos y retomando al cerebro como el modelo a seguir, consideraron que la cognición ocurre en los cambios cuantitativos que se dan en los estados de activación de las redes neurales.
  3. Hasta la actualidad en que la cognición y el pensar se ha empezado a concebir teniendo en consideración diversos factores, entre los que se cuentan el rol del cuerpo (cognición corporeizada), e incluso un cuestionamiento radical de un supuesto que ha resultado caro al cognitivismo: la creencia en que, de alguna manera, la cognición consiste en “representar” el mundo (la cognición como un espejo de la realidad). Aquí se encuentran diversas variantes de lo que se ha llamado enfoques “contructivistas”, los que están haciéndose presentes en ámbitos como las teorías pedagógicas, la biología teórica, etcétera (¿la realidad es representada en la cognición o más bien es construida?).

El hilo conductor de este recorrido es el examen que el Dr. Díaz ha llevado a cabo del lento pero sostenido proceso de naturalizar la cognición, proceso que, como dice él, “es uno de los signos de los tiempos que corren”.