Crítico de la historiografía convencional, Salinas aboga por una visión más comprensiva de la experiencia humana, alejada de estructuras políticas y militares, y centrada en aspectos como la intimidad y la convivialidad.
En su más reciente columna de opinión, el Dr. Maximiliano Salinas aborda la importancia de replantear la enseñanza de la historia, enfocándose en una comprensión más profunda de la experiencia humana y la necesidad de integrar una dimensión ética en los programas educativos. Critica la historiografía convencional que se centra en estructuras políticas, económicas y militares, dejando de lado aspectos fundamentales como la intimidad, solidaridad y amor en la convivencia humana.
Destaca la obra de la Unesco que buscó narrar la historia desde una perspectiva más amplia y culturalmente diversa, aunque señala que aún prevalece una visión eurocéntrica en algunos volúmenes. Propone una revisión más audaz de la historia, enfocada en el amor y el reconocimiento del otro como fundamentos de la experiencia humana.
Salinas aboga por una conciencia histórica que reconozca la interconexión de todas las comunidades a lo largo del tiempo y el espacio, desde la primitiva convivialidad hasta el presente. Critica la falta de atención a la prehistoria en los programas educativos y sugiere un enfoque más inclusivo y comprensivo de la historia humana, alejado del patriarcado y centrado en valores de solidaridad, respeto y amor.
Finalmente, plantea la necesidad de repensar el sentido mismo de hacer historia, considerando la posibilidad de que la humanidad deba abandonar ciertos paradigmas históricos para garantizar su supervivencia.