9 Ago 2024 / Noticias / Departamento de Filosofía, Facultad de Humanidades, Noticias postgrado /
FAHU celebra 40 años del Magíster en Filosofía de las Ciencias: Un legado de reflexión interdisciplinaria

Acreditado por cinco años, el programa ha evolucionado integrando la reflexión filosófica en diversas disciplinas científicas. Con vínculos internacionales y un enfoque inter y transdisciplinario, el programa sigue formando profesionales que reflexionan sobre la férrea unión entre la filosofía y múltiples especialidades.

Hace cuarenta años, el Magíster en Filosofía de las Ciencias germinó en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, siendo esta institución pionera en el abordaje de la disciplina en los años 80’. Hoy los principios y voluntades que levantaron la creación de la especialización continúan innovando y proponiendo más en el área, acercando al estudiantado y a diversas personalidades a esta rama de la filosofía. Actualmente, lideran el programa el Dr. Marcelo Díaz Soto, director del Departamento de Filosofía; Sebastian Briceño Dominguez, director de la maestría en cuestión; y Javier Aoiz Monreal, jefe de la carrera Pedagogía en Filosofía.

En el marco de los cuarenta años cumplidos del magíster, el Dr. Díaz recordó los inicios del programa, cuando surgió la necesidad de integrar la reflexión filosófica en el ámbito científico. En un contexto donde las ciencias naturales estaban ganando relevancia en Chile, el programa se propuso abordar los fundamentos filosóficos de la ciencia. Con la colaboración de múltiples académicos destacados, se diseñó un plan de estudios que atrajo a estudiantes de diversas disciplinas, creando un ambiente propicio para el diálogo interdisciplinario. “Había, digamos, que hacer filosofía orientada hacia las ciencias. Y tuvimos la suerte de reunir un grupo de personas, yo diría que con mucho tesón, con cierta valentía, nos dimos esa tarea de sacar adelante este trabajo (…) pronto nos dimos cuenta de que ya el programa había cumplido un par de años, e iniciamos las jornadas de filosofía de las ciencias”, cuenta el Dr. Marcelo Díaz.

Además, el Director del Departamento destacó cómo la filosofía de las ciencias ha evolucionado desde el empirismo lógico hasta incorporar variables sociológicas e históricas. Esta diacronía ha permitido una comprensión más profunda de los fundamentos y consecuencias de la ciencia. Según él Dr. Díaz, la filosofía y la ciencia están íntimamente unidas, y es esencial reflexionar sobre los presupuestos filosóficos y las implicancias éticas de la práctica científica: “si un científico, supongamos que un físico, le dedica más de cinco minutos a una reflexión sobre lo que es la física, debe ser un renegado, digamos, para sus colegas, porque está ‘perdiendo el tiempo’ para ellos. Pero, en realidad, lo que está haciendo es lo que haría cualquiera en la etapa madura de su producción, que es ponerse a reflexionar sobre cuáles son los fundamentos de su propio quehacer. Y eso, por lo tanto, empieza a ser filosofía de la física, es decir, eso pasa con los matemáticos, pasa con los biólogos, etcétera”, reflexiona el académico.

Durante la conversación, el Director recuerda y reconoce a históricos académicos que han sido parte y dado forma al programa de especialización, entre ellos: Rolando Chuaqui, destacado matemático y filósofo chileno; Félix Schwartzman, premio nacional de Ciencia Humanas; Carlos Verdugo, académico del Instituto de Filosofía de la Universidad de Valparaíso; Miguel Orellana, profesor destacado de la Universidad de Chile, entre otros.

Por otro lado, el Dr. Sebastián Briceño enfatizó la importancia de la diversidad en el claustro y el estudiantado del programa. La presencia de estudiantes y profesores de distintas disciplinas enriquece el análisis filosófico de las ciencias desde múltiples perspectivas. Además, el programa ha ampliado su enfoque para incluir áreas como la bioética, abordando dilemas éticos contemporáneos relacionados con la medicina, la psicología y otras ciencias. “Es como un punto positivo del programa, que a nosotros nos gusta en general incentivar y mantener que los estudiantes no sólo provengan, por ejemplo, de filosofía, sino que vengan de distintas disciplinas científicas, y aquí encontramos algo así como un buen caldo de cultivo para analizar filosóficamente las ciencias desde distintas perspectivas y no sólo, por ejemplo, a la física como un gran paradigma. Hoy en día tenemos gente que viene desde la medicina, la psicología, la historia, entonces el abanico de intereses se ha ampliado, y nosotros también nos hemos plegado a esa diversidad”.

Por su parte, el Dr. Javier Aoiz subrayó la relevancia de incorporar la dimensión histórica de las múltiples disciplinas en la reflexión filosófica. Conocer cómo se han tratado temas científicos y éticos en diferentes culturas y épocas proporciona una comprensión más completa y contextualizada de los desafíos actuales. “este carácter heterogéneo de los estudiantes y de los profesores aporta desde el lado reflexivo una dimensión muy interesante, y es que las personas que asisten y que vienen de la medicina, la psicología, la física, la matemática, tienen también la oportunidad de incorporar de alguna forma a esta reflexión el elemento histórico de su disciplina (…) porque a lo largo de la historia, evidentemente, toda actividad humana ha tenido también un propósito, se le da un sentido, englobado, por supuesto, en su cultura”, enfatizó el Dr. Aoiz.

La progresión del programa no se detiene en estos cuarenta años, por supuesto. El Dr. Briceño compartió los planes futuros del Magíster, que incluyen fortalecer el claustro, atraer a estudiantes de diversas localidades y mejorar la difusión de la maestría. Además, se están estableciendo vínculos con universidades nacionales e internacionales para fomentar la colaboración académica y la participación de los estudiantes en congresos y publicaciones. Actividades como las jornadas de filosofía y analítica y las Jornadas Rolando Chuaqui Kettlun filosofía y ciencias, son ejemplos de los esfuerzos por incentivar la participación estudiantil en la vida académica, y que permiten que siga creciendo la formación en filosofía de las ciencias en Chile, tan fundamental para la reflexión del quehacer de la multiplicidad de disciplinas que confieren en nuestra sociedad.

Créditos:
Texto: Fidel Palacios A.
Imagen: Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.