El académico aborda las tensiones entre la autorregulación de redes sociales y el rol del Estado en el control de contenidos. Su curso, dictado gracias a ser uno de los ganadores del concurso Regresa a tu Alma Mater (RATAM) -en su versión 2024- examina el impacto de estas plataformas en derechos humanos y libertad de expresión, proponiendo un modelo de fiscalización que combine participación ciudadana y normativa estatal.
Javier Gallegos Gambino, abogado del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) y docente en varias universidades, lidera un curso en la Universidad de Santiago (Usach) titulado Regulación de Contenidos en Redes Sociales, Derechos Humanos y Libertad de Expresión en la Era Digital, como parte de la iniciativa “Regresa a tu Alma Mater”. “La convocatoria llegó por correo, y me interesó la idea de poder profundizar en un tema relevante y poco discutido en el ámbito académico y técnico”, explica Gallegos. Además, señala que la oportunidad de impartir un curso gratuito permite democratizar el acceso a este tipo de conocimiento especializado, atrayendo a personas de diversas disciplinas y regiones del país.
Gallegos destaca la importancia de abordar los límites de la libertad de expresión en redes sociales y los desafíos de regulación en plataformas globales. “En Chile estamos bastante atrasados en comparación a otros países de Latinoamérica y del mundo. Creo que es importante crear instancias de discusión y aprendizaje bidireccional sobre estos contenidos que representan un desafío no solo académico, sino también social, cultural, educativo y político”. A través de este curso, el objetivo es que los participantes reflexionen sobre el impacto de las redes en la vida pública y exploren el equilibrio entre el derecho a expresarse libremente y la responsabilidad de no incitar al odio.
Uno de los temas más polémicos del curso es la autorregulación de las plataformas, en especial de Meta, compañía dueña de Facebook, Instagram y WhatsApp. “Estudio cómo Meta ha creado el Oversight Board, una junta que funciona como tribunal y revisa casos de contenidos denunciados, como discursos de odio o publicaciones inapropiadas. A nivel jurídico, el gran problema es que hoy en día puedo publicar en X (Twitter) un discurso de odio y no asumir ninguna responsabilidad legal”. Explica que, aunque una publicación pueda tener repercusiones sociales o mediáticas, como aparecer en cuentas de memes, actualmente no hay consecuencias jurídicas directas.
El enfoque de su curso no es solo teórico. Gallegos estructura sus sesiones de manera progresiva, explorando primero la libertad de expresión desde una perspectiva general de los Derechos Humanos. “En la primera sesión revisamos temas jurídicos sobre el sistema internacional de derechos humanos, en particular la libertad de expresión, sus alcances y límites. La recepción fue positiva, hubo mucho interés y participación, con preguntas y comentarios constantes de los asistentes”, comenta.
El perfil de los participantes fue mayormente de periodistas y estudiantes de comunicación, pero también se sumaron abogados, profesores de historia y cientistas políticos, en su mayoría provenientes de universidades regionales. “Tuvimos una alta convocatoria, con 87 postulaciones, de las cuales finalmente seleccionamos 42 personas. La mayoría eran mujeres, y también priorizamos postulantes de distintas universidades, no solo de las más tradicionales. Lamentablemente, muchos quedaron fuera por los límites de cupo, pero el interés reflejó que este es un tema de gran relevancia en la sociedad actual”, detalla Gallegos.
En cuanto al debate sobre una posible regulación estatal, el abogado del CNTV plantea un camino intermedio: “El sistema del CNTV es mixto, ya que la ciudadanía puede hacer denuncias sobre programas de televisión y el Consejo puede actuar por su cuenta. Un modelo similar podría aplicarse a las redes sociales, donde se garantice el derecho a autorregularse, pero se establezcan parámetros que, de no cumplirse, habiliten al Estado para sancionar”. Esta propuesta busca evitar una regulación centralizada que pueda interpretarse como censura, pero también aborda la necesidad de que las empresas digitales asuman la responsabilidad sobre los contenidos que permiten en sus plataformas.
Gallegos afirma que iniciativas como “Regresa a tu Alma Mater” reafirman el rol de las universidades públicas en la sociedad. “Este tipo de proyectos son una gran manifestación del rol público que deben cumplir las universidades, en un momento donde lo público está en crisis y se percibe como un gasto innecesario. La Usach y, particularmente la FAHU, se posicionan como un agente socializador del conocimiento, que es una de las principales tareas de una universidad pública”. En su opinión, el Estado no solo debe mantenerse, sino fortalecer su papel de educador y regulador.
Para Gallegos, vincularse con su alma mater es también una oportunidad para dar un sentido social a su formación y carrera. “El conocimiento no debe quedar enclaustrado en las academias. Creo que la labor académica va más allá de seminarios o papers; implica socializar el conocimiento y crear espacios accesibles para todos”. Este proyecto representa un espacio fundamental donde el conocimiento se comparte y se conecta con las necesidades actuales de la ciudadanía.
Créditos:
Texto: Fidel Palacios A./Luciano Guzmán N.
Imagen: Cedida
Edición: Luciano Guzmán N.