La Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile organiza un espacio único de formación continua, dirigido a docentes y estudiantes de pedagogía.
Con el objetivo de fortalecer las capacidades pedagógicas y reflexionar sobre los desafíos actuales de la educación, la Facultad de Humanidades ha implementado nuevamente su Escuela de Verano. Esta iniciativa está diseñada para el profesorado guía, egresados y estudiantes de las carreras de pedagogía, proporcionando un espacio interdisciplinario para abordar problemáticas cotidianas y explorar oportunidades de innovación educativa.
El programa del martes 7 de enero incluyó la charla inaugural «La Neurodiversidad en el aula: oportunidades para promover un aprendizaje equitativo y de calidad para todos», dictada por la académica Gina Letelier, del Departamento de Educación. Esta actividad fue seguida por un taller sobre formación ciudadana y su vínculo con el ámbito escolar, liderado por las profesoras Daniela Burgos y Camila Berríos.
Siendo la encargada de comenzar con la escuela de verano, la profesora Letelier subrayó la importancia de considerar las fortalezas de cada estudiante: “Todo es aprendible y todo es enseñable, depende de las estrategias y del cariño que pongamos en esta gran labor que es educar. Conocer y manejar estrategias inclusivas nos ayuda a incluir a estos estudiantes, el hecho de entender, por ejemplo, cómo aprende un cerebro neurodivergente en el caso de una persona autista o en el caso de una persona con déficit atencional”, enfatizó.
El miércoles 8 de enero destacó el taller «Trabajo y aprendizaje cooperativo para las formaciones y competencias en el mundo técnico-profesional», dictado por Sebastián González, Encargado de Vínculo con la Escuela del Programa de Regularización Técnico Profesional FAHU. Este taller enfatizó metodologías activas para promover la participación estudiantil y la construcción de conocimiento de manera colaborativa. “El trabajo cooperativo permite salir de una clase centrada en el docente, incorporando metodologías activas donde los estudiantes construyen su propio aprendizaje y cooperan con otros”, destacó.
La jornada también incluyó talleres interdisciplinarios como «Conectando Saberes: La Interdisciplinariedad en la Práctica Docente», impartido por Misty Zamorano, y «Fanzine en el aula», liderado por Victoria Jiménez. En Filosofía, la charla «¿Politizar o filosofar el aula?» de Diana Aurenque generó un debate sobre el rol crítico de esta disciplina en la enseñanza.
Entre las actividades dedicadas a la inclusión educativa, destacó la charla de Eugenia Contreras, «Consideraciones pedagógicas y estrategias de enseñanza del inglés para estudiantes con TEA», que abordó estrategias específicas para fomentar una educación más equitativa.
Javiera Bernal, estudiante asistente a la escuela, relevó el impacto de estas iniciativas: “Espacios como la Escuela de Verano son fundamentales para construir una comunidad educativa más inclusiva y fortalecer el compromiso de todos los actores con la formación de calidad. Me gustó que la profesora aplicara lo mismo que estaba enseñando, el uso de cosas visuales, de dinámicas de participación, interrumpir la misma charla para hacer una actividad, se valora mucho porque va más allá y ‘predica con el ejemplo’”.
Carlos Díaz, estudiante asistente desde el área técnico profesional, valoró el encuentro como una oportunidad para ampliar su visión pedagógica: “Estas instancias permiten a los futuros profesores adquirir herramientas concretas y aplicar los conceptos aprendidos en contextos reales”.
Es así, como la escuela de Verano FAHU 2025 reafirma su compromiso con la formación docente, promoviendo el intercambio de saberes y fortaleciendo la colaboración inter y transdisciplinaria para enfrentar los desafíos actuales de la educación en Chile.
Créditos:
Texto: Luciano Guzmán N.
Imágenes: Silvia Arias B./Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.
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