11 Sep 2025 / Noticias / Escuela de Psicología, Facultad de Humanidades, VIME /
Todas vivas en la memoria| FAHU Usach recuerda a mujeres víctimas de la dictadura

El día 09 de septiembre, la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago realizó el conversatorio “Memoria y mujeres en dictadura”, organizado por la colectiva Autoras Chilenas (AUCH+). La actividad, que buscó rescatar voces silenciadas, tuvo lugar en el Auditorio Enrique Morales Santos y fue moderada por la Dra. Cristina Moyano Barahona, historiadora y decana FAHU.

La instancia se desarrolló en torno a la iniciativa “Todas Vivas en la Memoria” (TVELM), una propuesta escritural y audiovisual que homenajea a mujeres detenidas desaparecidas y ejecutadas por la dictadura cívico-militar. Con más de 60 textos, la iniciativa incorpora cápsulas audiovisuales que fusionan imagen, biografía y voz, para dar cuerpo a historias que el tiempo quiso borrar.

El conversatorio contó con la participación de destacadas escritoras de la colectiva AUCH+, quienes presentaron homenajes a mujeres víctimas de la dictadura a través de lecturas que mezclaron memoria, poesía y denuncia. Cecilia Aretio leyó una carta en memoria de Michelle Peña Herreros; Hilda Carrera rindió homenaje a Elizabeth Rekas; Elisa Clark presentó un texto dedicado a Gloria Delard Cabezas; y Ana María del Río recordó a María Inés Alvarado Borgel. A su vez, Andrea Jeftanovic evocó a Diana Arón con La sonrisa de Diana, Karo CP rindió homenaje a Ruth María Escobar Salinas con Hurto del Tempo, Liz Gallegos presentó un texto para Gladys del Tránsito Balboa Cisternas, y Viviana Ávila recordó a Ida del Carmen Chávez Pichipil. Estos gestos literarios y performativos otorgaron voz a las mujeres silenciadas, fortaleciendo el sentido colectivo de la memoria y el compromiso con la verdad histórica.

La Dra. Cristina Moyano, decana de la FAHU, inauguró el conversatorio con una reflexión sobre la urgencia de mantener viva la memoria colectiva: “Venimos a levantar las voces de aquellas mujeres que la dictadura cívico‑militar intentó borrar de la historia. Venimos a afirmar con convicción y con ternura que todas siguen vivas en la memoria”.

La Dra. Cecilia Aretio, organizadora de este espacio, compartió el sentido que ha tenido este trabajo para ella: “Fue muy emocionante porque estuvimos en contacto con generaciones nuevas, estudiantes de nuestra casa de estudio, y pudimos entonces intercambiar reflexiones sobre lo que nos está pasando como país, donde recrudecen discursos de odio, recrudecen discursos negacionistas, y lo importante que es no olvidar”.

Durante el conversatorio, la Dra. Claudia Calquín, académica de la escuela de psicología quien asistió junto con sus estudiantes,  puso énfasis en el valor artístico y comunitario de la memoria recreada a través de la literatura: “Fue muy conmovedora, además, que toca harto la sensibilidad colectiva, podría decir, en torno a la recuperación de la memoria y de la figura de las mujeres víctimas de la dictadura a partir de la escritura, de la literatura y de la creación de otras mujeres también de distintas edades y generaciones”.

El impacto de esta labor de memoria caló hondo en el estudiantado presente. “Yo crecí en una casa en la que nos reuníamos en una mesa larga y se hablaba de que no se podía volver a repetir esta situación porque se había terminado con vidas humanas (…) me veo enfrentada a un futuro en el que (…) no voy a poder hablar ciertos temas porque no les conviene que nosotros nos informemos y es nuestro deber mantener este legado vivo”, enfatizó Martina. Mientras tanto, Polet expresó: “Creo que este trabajo logra recuperar una identidad y lo vuelve mucho más humano, mucho más cercano, y siento que es algo que se tiene que recuperar”.

La jornada concluyó con un espacio de conversación abierto al público, donde se intercambiaron pensamientos, emociones y reflexiones entre escritoras, estudiantes y académicos. Este diálogo intergeneracional reafirmó el rol que cumplen la escritura, la educación y la memoria como herramientas para sostener la verdad histórica y proyectar un compromiso ético con la democracia y los derechos humanos.

La actividad no solo fue un ejercicio de memoria, sino también un testimonio de esperanza. Las voces de las y los jóvenes presentes evidenciaron que las nuevas generaciones están asumiendo con responsabilidad el deber de mantener vivo este legado, enfrentando con convicción los discursos que buscan negar u olvidar el pasado. En ese cruce entre memoria, arte y educación, se abre un horizonte que reafirma la vigencia de los derechos humanos y proyecta confianza en una sociedad más justa, consciente y comprometida con la democracia.

Créditos:
Redacción
: Sofía Molina C./Luciano Guzmán N.
Fotografías: Sofía Molina C./ Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.

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