Durante tres días, el Departamento de Educación de la Universidad de Santiago de Chile realizó el Coloquio “Cuerpos y Metodologías: epistemologías en contextos digitales”, instancia organizada por la investigadora postdoctoral Claudia Fonseca Carrillo en el marco del proyecto DICYT “Conocimientos que producen los cuerpos de estudiantes escolares a través de las plataformas digitales”.
El encuentro, realizado entre el 27 y el 29 de octubre, reunió a académicas, artistas, estudiantes e investigadoras nacionales e internacionales para dialogar sobre las transformaciones del cuerpo en los entornos digitales y las metodologías que permiten abordar sus dimensiones educativas, estéticas y tecnológicas.
La actividad incluyó talleres de creación, conferencias, conversatorios y presentaciones artísticas en colaboración con la ONG La Casona de los Jóvenes, la Universidad Andrés Bello y el Magíster en Psicología Educacional de la Usach.
La investigadora responsable del proyecto y organizadora del coloquio, Dra. Claudia Fonseca Carrillo, explicó que el propósito fue “preguntarnos cómo se produce el cuerpo de los y las estudiantes en contextos digitales, y cómo esas plataformas —Instagram, TikTok, o incluso los entornos educativos virtuales— generan y reproducen conocimientos sobre lo humano y lo tecnológico”.
Fonseca destacó además el carácter experimental del espacio. “Realizamos un taller de investigación-creación donde los participantes construyeron una lámpara como metáfora del cuerpo humano como soporte de energía y luz. Fue una experiencia para explorar metodologías poshumanas que cuestionan nuestra relación con la tecnología y con otros cuerpos vivos o artificiales”, señaló.
Ese taller fue conducido por la artista visual María Ignacia Valdebenito, quien destacó el entusiasmo y la participación de las y los asistentes: “El recibimiento fue muy bueno. Creo que cada vez confirmo más que las personas tienen unas ansias camufladas de aprender técnicas que hoy en día dan miedo de realizar de manera autónoma. Creo que el objetivo se cumplió: las personas aprendieron a hacer un sistema eléctrico de luz y, a su vez, a repensar los materiales, sus cuerpos y sus formas”.
El coloquio contó con la participación internacional de le Doctore en Filosofía Gabi Balcarce (Universidad de Buenos Aires, CONICET), quien dictó conferencias sobre filosofía posthumanista, cosmotécnica y los desafíos del pensamiento decolonial frente al Antropoceno. “El sur ocupa un lugar central para la cuestión poshumanista”, expresó. “El poshumanismo critica las dicotomías jerarquizantes del pensamiento occidental y propone desplazar la centralidad de lo humano como ideal civilizatorio. Desde el sur, podemos ofrecer nuevos sentidos y modos de reflexión que amplían esas fronteras”.
Por su parte, la Dra. Sylvia Contreras Salinas, académica del Departamento de Educación y patrocinadora del proyecto DICYT, subrayó el aporte del encuentro a las discusiones pedagógicas contemporáneas. “El cuerpo no solo debe ser considerado en términos educativos en los contextos digitales, sino en todo contexto. Estos espacios permiten pensar el aprendizaje desde una perspectiva relacional, donde los agentes humanos y más que humanos se entrelazan en la construcción del conocimiento”, señaló.
Contreras añadió que el coloquio “materializa la idea de lo interdisciplinario, al poner en diálogo saberes como la electricidad, el arte, la filosofía y la educación. El desafío está en reconocer que somos seres relacionales, y que el conocimiento se produce entre cuerpos, tecnologías y lenguajes diversos”.
El programa incluyó también la presentación del fanzine digital “Sexualidad: ¿Es su significado igual para todes?”, una creación colectiva elaborada con estudiantes en situación de discapacidad de la Usach, y el conversatorio sobre el libro “Futuros más allá de lo humano: debates sobre posthumanismo desde América Latina”, compilado por Claudia Fonseca y Claudia Calquín.
Fonseca valoró la participación activa de la comunidad universitaria y de los colaboradores externos: “Lo más relevante fue la posibilidad de experimentar otras formas de investigar, creando y pensando colectivamente. Desde la educación, necesitamos preguntarnos cómo nuestras relaciones con las tecnologías también educan, afectan y transforman los cuerpos”.
Créditos:
Redacción: Sofía Molina C.
Fotografías: Sofía Molina C./Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.
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