El escritor y académico de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago de Chile, Carlos Tromben, analizó en El Mostrador la relación del presidente Sebastián Piñera en la política y los negocios, en el marco del artículo de Ciper y LaBot, en el capítulo chileno de los Pandora Papers.

En ese marco, el periodista, señaló: «Para Sebastián Piñera, el Estado siempre fue un botín o una plataforma para hacer negocios dentro del ámbito privado de sus socios históricos. Esa conducta la vimos como senador, y después en su carrera a la Presidencia se mantuvo, incluso llegó a ser el botín máximo la Presidencia», mencionó el académico, escritor de Crónica secreta de la economía chilena.

El profesor recordó además que «esta operación de Dominga tiene lugar cuando el fideicomiso no es tan estricto como el de este mandato».

«Algo muy importante para entender la operación, es un recambio generacional de los negocios de la familia Piñera, donde van tomando protagonismo incipiente los hijos, a través de esta nueva familia empresas financieras que participaron en el negocio de Dominga», agregó.

Respecto a que el presidente no tuviera conocimiento sobre esta transacción, el académico señaló: «Es muy poco plausible que no haya tenido ningún conocimiento, y más aún cuando la tercera cláusula requería de una decisión de Gobierno. Ese es el corazón de la negociación incompatible».

Además, consideró que esta revelación requiere «por lo menos una reversión de ese sobreseimiento, una reapertura en base a los antecedentes que se han dado hasta ahora y los que se van a seguir dando».

El académico repasó parte de la vida y las inversiones de Sebastián Piñera en el marco de esta investigación: “En la reforma tributaria de 1990, que negoció Sebastián Piñera, se abrió una clausula alusiva gigantesca, que permitía utilizar, empresas de papel quebrada durante la crisis de los 80`, que solamente eran carpetas contables y con un Rut activo y lo único valioso que tenia eran perdidas de arrastre”, indicó el profesor.

Y agregó: “Por otra parte, está la brillante operación con LAN, en un periodo que estaba creciendo el comercio en Chile de manera sostenida, y LAN aprovechó muy bien un modelo de negocios que se basaba mucho en cargas y el se aprovechó de su posición de senador para comprar el ultimo paquete accionario, sin que se notara”.

Ciper y LaBot estuvieron a cargo del capítulo chileno de los Pandora Papers, develando nuevos detalles sobre cómo Piñera traspasó sus negocios a sus hijos.

Según los documentos revelados, en sus inicios, Piñera, su familia y Délano reunían el 56% de las acciones del negocio, siendo el 33% del actual Presidente y de su familia, que eran los principales accionistas. El reparto de los derechos se mantuvo hasta diciembre de 2010, según apunta la exclusiva, año en el que Délano compró por 152 millones de dólares el porcentaje de todos los socios, incluido el de Piñera, que entonces llevaba nueve meses en el poder para su primer mandato no consecutivo (2010-2014).

 

Puedes revisar la entrevista completa, aquí: bit.ly/301qmdN