Tras el regreso a la presencialidad y el retroceso en los aprendizajes en gran parte de los estudiantes, el académico del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Jaime Retamal, se refirió en EMOL, a la brecha de capital cultural que significa también para alumnos y familia.
“En todos los niños habrá retraso, y este retraso se distribuye también socioculturalmente, dependiendo de las familias; es decir, impacta más en los más vulnerables… Cuando la educación sale de la sala de clases y se instala -por decirlo así- en las mesas familiares, se amplían las brechas entre los estudiantes pues las familias tienen capitales culturales muy distintos unas de otras», indicó el académico.
En relación al estado psicoemocional de los alumnos, muchos apuntan que no era óptimo para ellos, volver tan repentinamente a la presencialidad. En ese contexto, el Colegio de Profesores, considera que también faltó otra herramienta: un test diagnóstico que permitiera conocer «el estado de situación del retorno y las condiciones en que volvían los estudiantes; se dejó un poco todo al azar. Hubiera sido interesante que hubiera existido un mecanismo para conocer el estado de cada establecimiento del país», señalaron.
Misma opinión tiene el académico Dr. Retamal, quien apunta a un llamativo «nivel de improvisación» en el proceso: «Se esperaba que quienes por años habían criticado al sistema escolar estuvieran más preparados desde el punto de vista de las innovaciones. Es una decepción la lentitud del Gobierno en esta materia tan sensible», sostiene.
Desde Escuelas Abiertas indican que hoy sólo se conocen los «promedios» de las consecuencias de la pandemia, pero aquellos siguen escondiendo grandes brechas: «Por todo esto se hace imprescindible seguir midiendo y evaluando los impactos en los aprendizajes, es de real importancia conocer el detalle para poder ir con la ayuda necesaria a cada comunidad según sus propias necesidades», indicaron.
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