14 Jul 2020 / Noticias /
Asociación de Académicos Usach llama a la comunidad universitaria a asumir rol preponderante frente a actual situación país

Fuente: Usach al Día.

El 11 de julio de 1971 bajo el Gobierno del Presidente Salvador Allende Gossens, el Congreso en pleno y por unanimidad aprobó la Ley Nº 17.450 que dictaba la Nacionalización del Cobre, interrumpiendo así más de un siglo de predominio de la gran minería nacional en manos de empresas transnacionales.

Para conmemorar este hito, la Asociación de Académicos de la Universidad de Santiago de Chile (ASOACAD) invitó a nuestro Premio Nacional de Historia 2016, Dr. Julio Pinto, a dictar  vía plataforma zoom la charla “Recordando un día en que fue posible la unidad y la esperanza: 11 de julio de 1971″.

El académico dijo que “esta fecha fue proclamada como el Día de la Dignidad Nacional, lo que se consideró un gesto en donde todos los partidos y tendencias de la política nacional se reunieron para lograr la unidad necesaria y recuperar nuestros recursos naturales, incluso se emitió  un billete que fue conocido como “El Minero”, señaló.

El Premio Nacional de Historia explicó que cuando uno reflexiona y analiza estos hechos históricos aparecen tres dilemas fundamentales que valen la pena a tener presente, no solo por lo ocurrido hace casi medio siglo, sino frente a lo que hoy nos vemos enfrentados: dependencia, extractivismo y unidad nacional.

Los tres dilemas

Sobre la dependencia, el historiador señaló que “siempre hemos estado en manos de una o dos materias primas, siendo esto como una maldición, un lastre histórico que arrastramos. Esto implica, por cualquier circunstancia cierre de mercado, avances tecnológicos, sustitución de un producto por otro, cambio en las pautas de consumo de las personas y más, que nuestra economía entre en crisis”.

Como segundo elemento de dependencia el Dr. Pinto señaló que el cobre, estaba en manos de intereses extranjeros, para los cuales el bienestar del país era algo secundario. “Es decir dependíamos de dos cosas. Uno, de un producto que debía tener demandas y compradores en el mercado mundial, que en algún momento podría ser sustituido, como lo fue el salitre y luego, se dependía de transnacionales que explotaban el mineral, por lo tanto dependíamos de decisiones que no se tomaban en el país”.

El académico de la Facultad de Humanidades, añadió que este ha sido un problema para toda América Latina. “Cuba cambió su dependencia de Estados Unidos por la Unión Soviética y estos al perder la Guerra Fría, generaron que la Isla también cayera. Pensemos en la Venezuela de Chávez que realizó cambios sociales y económicos, pero que también dependían del petróleo que incluso estaba en manos estatales, pero que se transformó en un cuello de botella insoluble para la proyección y sustentabilidad de esa nación”, dijo.

El segundo dilema es el extractivismo que según el historiador los personeros de la Unidad Popular no tenían tan en claro. “El paradigma del desarrollo y el progreso económico ha atravesado la historia moderna -desde el siglo XVII hasta ahora- parte de una base que ha demostrado ser falsa: la reproductibilidad indefinida de la naturaleza, el concepto inagotable compartido por capitalistas, socialistas y por prácticamente todo el mundo”, expresó.

Poniéndose en el caso ficticio de una nueva nacionalización del cobre en Chile, el catedrático sostuvo que se presentaría un nuevo dilema que es “cómo financiar este nuevo proyecto sin convertir a nuestro país en una única, larga y estrecha zona de sacrificio, concepto que no se conocía hace 50 años, pero que hoy reconocemos muy bien y de las que tenemos demostraciones dramáticas e inmediatas y que puede transformarse en un planeta de sacrificio”, remarcó.

Finalmente, el tercer dilema de la Unidad Nacional, en donde el profesor Julio Pinto se refirió a que ese 11 de julio de 1971, el Congreso encarnó este proceso al acordar por unanimidad la Nacionalización de la Gran Minería del Cobre, “pero en realidad lo que ahí había era cualquier cosa menos unidad nacional”, aseguró.

Describió un Congreso desunido en donde “ya habían personas que  estaban conspirando para derrocar a Salvador Allende y también otra -no solo de derecha- que si bien no actuaban activamente, no iban a lamentar el término del gobierno de la UP  ¿día de la unidad nacional? Quizás minutos de la unidad nacional, cuando se hizo la votación, pero unidad nacional es lo que menos había”, afirmó el Dr. Pinto.

Recordó que “ni la Independencia de Chile fue una prueba de unidad nacional. Me atrevería a decir que la mayoría de las personas que habitaban Chile en esa época no estaban a favor de ella. Muchos lucharon a favor y en defensa del orden colonial y, mucho otros, sobretodo del mundo popular se hicieron la pregunta sobre qué ganaban ellos con la Independencia”.

“Entonces el dilema que se plantea es, si  no somos capaces de nunca unirnos ¿cómo lo hacemos? Porque para bien o para mal, estamos condenamos a vivir juntos”, se preguntó.

Ante esta interrogante el Dr. Julio Pinto indicó que “el dilema de la vida en común y cómo decidir lo que queremos como sociedad, atraviesa la historia; fue evidente el año 1971 y hoy sigue siendo igual de evidente, es cómo lograr acuerdos mínimos que nos permitan mejorar nuestras vidas, que nos permitan seguir viviendo juntos sin matarnos unos con otros a sabiendas que existen posiciones o intereses diferentes”.

Además agregó que “esta coyuntura, que se abrió el 18 de octubre del 2019 y que se acrecentó con la pandemia actual, es una coyuntura en lo que está todo puesto en discusión. En ese sentido es una coyuntura análoga, comparable, con lo que en su momento fue la Unidad Popular”.

La comunidad usachina reunida en esta transmisión online y que siguieron con atención la charla del profesor Julio Pinto, compartieron sus experiencias ante este hito histórico, propusieron la realización de un Comité de Rescate de los Recursos Naturales en Chile y la idea caminar hacia una economía circular, no extractivista.

Además, ante la falta de  cohesión y liderazgo en la sociedad chilena, hicieron un llamado a la comunidad y las autoridades de la Universidad de Santiago de Chile, para asumir un rol protagónico en los cambios presente y futuro para una transformación social y económica que el país necesita, relación que nuestro Plantel ha tenido a lo largo de la historia republicana de Chile, sostuvieron.

Autor: 
Enzo Borroni Ricardi