El académico de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Fernando Pairican se refirió en su columna de CNN Chile a los problemas del Estado con la Coordinación Arauco-Malleco, a temas multiculturales y a Pablo Marchant.
En ese marco, indicó: “La Coordinadora Arauco Malleco ha escritos a lo menos tres estudios sobre sí mismos: La “CAM: denuncia” (2003); “Weichan: conversaciones con un weychafe en la prisión política” (2012) y “Che ka Rakiduam: pensamiento y acción de la CAM” (2019). En su trayectoria, a diferencia de otras organizaciones autonomistas que la precedieron, la CAM ha resignificado al weichafe (guerrero) como actor protagónico de su quehacer público. Este es el militante fundamental de la organización, es el miembro que une las condiciones políticas, morales y culturales de lo que llaman el “verdadero militante” de la causa mapuche. El miembro de la organización que se entrega a tiempo completo al proceso de Liberación Nacional”.
“La Liberación Nacional es el resultado de un proyecto que se ejerce en base al Control Territorial. Es decir, las recuperaciones de tierras disputadas al gran capital (forestales) y a los agricultores. A los primeros los designa como sus “grandes enemigos” y a los segundos “sus enemigos históricos”. En torno a este ideario político, la CAM no ha modificado en nada su forma de operar y actuar a lo largo de sus veinte años.”
“En su forma de actuar, la evolución de la Coordinadora Arauco Malleco, es proporcional al uso de la violencia del Estado y la incapacidad de este último, por decisiones políticas de los distintos actores involucrados, de generar las reformas institucionales necesarias para desarrollar un nuevo tipo de ciudadanía y avanzar en los derechos colectivos cuando el tiempo aun no era demasiado tarde. Hoy, un sector del pueblo mapuche se aleja cada vez de una posibilidad de diálogo y en sus horizontes, incluso sus mismos hermanos y hermanas parecen agentes que se someten a un “pacto colonial” por buscar afirmar derechos colectivos en la apertura abierta con la movilización del 18 de octubre.”
Sobre la estrategia del gobierno ante la Coordinadora, el Dr. Pairican, sostuvo: “El Estado chileno respondió al ascenso de la Coordinadora Arauco-Malleco con una estrategia de coerción y asimilación. Para el primero, se usaron las normativas del Estado de Derecho, en específico la fuerza pública y las leyes de excepción como son Asociación Ilícita (2001) y la Ley por Conductas Terroristas (2003, 2004, 2008, 2012, 2018). La segunda, una continuidad de la Ley Indígena y las recomendaciones contenidas en el documento de Verdad Histórica y Nuevo Trato (2003-2006). De este último, el uso del Convenio 169 de la OIT que garantiza la consulta previa, aunque no vinculante, debilitó el marco jurídico del mismo e inició el sendero hacia el contexto del multiculturalismo como respuesta al ascenso del movimiento mapuche.”
Sobre el reconocimiento a los pueblos indígenas y el multiculturalismo, el académico señaló: “El multiculturalismo, es el reconocimiento a la existencia de la diversidad, la que implementa políticas públicas de reconocimiento, valorando la diferencia, pero no transformando la situación socioeconómica de los pueblos originarios. Es lo que expresa la Coordinadora Arauco-Malleco y a estas alturas su líder histórico, Héctor Llaitul Carrillanca, quien no ha se ha movido de la línea argumental que dio sustento a la organización de sus orígenes y que la ha dotado de nuevos ingredientes para fundamentar su perspectiva política: la reconstrucción y retorno al origen del mundo mapuche previo a la Ocupación de La Araucanía”, indicó.
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