La coordinadora académica del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Adriana Palomera, se refirió en programa El Primer Café de Cooperativa, al reciente fenómeno migratorio que vive la ciudad de Iquique.

Sobre este hecho, la profesora señala que existen dos factores al hablar de migración: “La discusión no tiene que ver con la precarización de la migración, que en general suele ser dividida en dos… Hay un porcentaje de migrantes, a los que llamamos extranjeros, que no están precarizados… Ellos se van a lugares mas acomodados de la ciudad, como el sector oriente, y otro porcentaje con las mismas condiciones de estudio, están ocupando los mismos lugares que utiliza el resto de la población”, indicó.

La académica señala que lo sucedido hoy en día a nivel migratorio es un problema del Estado: “La segregación espacial en términos de habitación es tal cual, para el chileno, como para el que llega y ahí hay un problema con el discurso político. Este es un problema del Estado, de como Chile, decide gestionar su política pública respecto a las migraciones”.

Y agregó: “Lo normal es que las personas migren, lo anormal es que la gente, no migre… Si hay un conocimiento de eso, el Estado y los gobiernos deben estar preparados para esta situación más aún en este contexto, donde estamos hablando de una crisis humanitaria que esta gatillada además por el COVID”.

La Doctora en Estudios Americanos, además, entregó cifras que no visibilizan grandes solicitudes de personas migrantes: “Hoy en día, cuesta definir mucho si el que viene, está en calidad de refugio o es un migrante voluntario… Si uno mira las cifras del Departamento de Extranjería, se da cuenta que el peak de aceptación de solicitudes no se encuentra hoy día… Uno puede entender de que, si hay cinco mil personas solicitando refugio y se entregan 171 solicitudes, ósea ahí hay un problema también”, indicó.

“Hay mucha gente en la zona norte que presta ayuda a la población migrante y a la población refugiada que ha ingresado… También hay que tratar de no estigmatizar a la población a través de un proceso como este”

La profesora considera que el reconocimiento a las personas migrantes debe ser reconocido como humano: “Me parece vital que, sí sea reconocido el migrar como un derecho humano, creo que uno no puede ser inocente respecto a la posición política que existe respecto a las migraciones y me parece que, por alguna razón, no se asume que la política migratoria también es parte de una ideología del poder político”.

“Hay una visión política, que por un lado visibiliza a los grupos mas desposeídos de la población migrante, pero invisibiliza a los que tienen buena situación”.

La coordinadora del Centro de Estudios Migratorios, cree que la migración ha tenido un aspecto positivo en diversos países del mundo: “Gracias a los migrantes muchos países de Europa resolvieron problemas tremendos, como, por ejemplo, no tener población activa, y mano de obra para trabajar, porque la población estaba envejecida”, añadió.

 

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