El programa busca reducir la brecha idiomática de las personas refugiadas o en solicitud de refugio que habitan nuestro país en pro de una vida digna y mejores oportunidades
Como parte del principio de Responsabilidad Social Universitaria, la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, ha implementado desde el año 2016 el programa de Español para Migrantes.
Este curso enseña el idioma español de forma elemental (nivel A1 según el Marco Europeo de Referencia para la Enseñanza de Lengua y desarrollado bajo los parámetros del Plan Curricular del Instituto Cervantes), se orienta a disminuir la barrera idiomática de migrantes de países no hispanohablantes para favorecer su inserción en Chile, proporcionando herramientas lingüísticas y comunicativas para mejorar las condiciones de inserción social de los migrantes en diferentes esferas: el barrio, las instituciones públicas y el trabajo.
Más en detalle, quienes cursen este programa serán capaces de comprender frases y expresiones de uso frecuente relacionadas con áreas de experiencia que le son especialmente relevantes (información básica sobre sí mismos y su familia, compras, lugares de interés, ocupaciones, etc.). Sabrán comunicarse a la hora de llevar a cabo tareas simples y cotidianas que no requieran más que intercambios sencillos y directos de información sobre cuestiones que le son conocidas o habituales. Esto junto con la capacidad de describir en términos sencillos aspectos de su pasado y su entorno así como cuestiones relacionadas con sus necesidades inmediatas.
“Es una comunidad de aprendizaje y la médula de este curso dice relación con su enfoque de Derechos Humanos. La enseñanza de la lengua está orientada a empoderar a las y los migrantes no hispanohablantes como sujetos de derecho. Por esto, está muy enfocado en la conversación”, explica Tamara Madariaga, Encargada de Responsabilidad Social Universitaria de la Facultad de Humanidades.
Por otra parte, “pasan cosas muy mágicas en esta instancia, pues existe la interculturalidad dentro de la sala. Esto cuando la gente siente y valora el respeto por los otros y otras. Es el lugar seguro que tienen en la sociedad chilena y, de momento, no existe otra institución estatal que se haga cargo de esta problemática”, agrega.
“Hace más de 8 años que estoy viviendo en Chile y hace algún tiempo tuve la experiencia del curso de español para migrantes. Me ayudó mucho para entender. El español es muy importante para poder vivir aquí y ahora estoy tratando de que mis amigos y amigas iraníes vengan y se inscriban para aprender”, comenta Fatemeh Ramezanpoor (Irán).
“Con todos los años que lleva en nuestro país, Fatemeh todavía no puede sacar su licencia de conducir porque no se le reconocen sus estudios en Irán. En base a esta y otras problemáticas es que se nos ha solicitado desarrollar e implementar un curso más avanzado de español para poder perfeccionarlo, acceder a mejores trabajos y tener una condición de vida más digna en Chile”, adelanta Madariaga con respecto a las proyecciones del curso.
Vladyslav Savran, representante de la comunidad ucraniana, destaca que el programa es una gran ayuda para los refugiados. “Ellos lo necesitan urgentemente. Estoy muy agradecido, pues desde nuestro país llegan especialistas de muy buena calidad, por ejemplo, expertos en metalurgia que pueden trabajar con el cobre o también enseñar nuestros idiomas y gracias a estos cursos, ellos pueden avanzar para encontrar un buen trabajo.