“El ingreso a esta Casa de Estudios es una invitación para sentirse protagonista no sólo de la memoria, sino que también de cómo nos hacemos cargo de construir una sociedad más democrática, más inclusiva…”
Les quiero dar la bienvenida a todas y todos los estudiantes que se suman este año a nuestra Facultad de Humanidades. Están ingresando a una Universidad en la cual podrán interactuar, no solo con sus compañeros de carrera, sino que también con una diversidad de actores que se caracterizan por tener un fuerte compromiso social y carácter crítico respecto de los procesos sociales, sobre todo en un año en que los vamos a invitar a repensar las relaciones entre pasado y futuro, pues nuestra Casa de Estudios tiene más de 170 años y fue una de las más golpeadas por la dictadura militar.
Hoy nos encontramos en la sociedad de la complejidad. Ésta presenta múltiples dilemas, tales como la migración, la seguridad o el medioambiente, problemas que ya no podemos tratar únicamente desde una perspectiva técnica o desde la experticia de una sola especialidad.
Necesitamos a las humanidades, no sólo para mirar el lado humano, sino también para comprender esta complejidad, transitando hacia dinámicas inter y transdisciplinarias, porque las problemáticas así lo ameritan. De esta forma, la sociedad en la que vivimos nos interpela a dialogar, a repensar cómo vamos a formar profesionales que van a hacerse cargo de aportar, desde sus distintos espacios laborales, para enfrentar y solucionar estas problemáticas. Ese es el desafío que tenemos como Facultad de Humanidades.
Formar buenos profesores, pero ¿para qué? Para que transformen la vida de sus estudiantes, para mejorar los entornos territoriales, para que enriquezcan las comunidades. El buen profesor no es sólo el que sabe enseñar en el aula, sino que aquel que tiene un impacto positivo en la vida de quien entró a esa aula.
Necesitamos psicólogos que más allá de una buena terapia, sean capaces de lograr que se comprenda que los dilemas de la salud mental no se manifiestan únicamente en el interior de la persona, sino que son problemas de la sociedad contemporánea. Al igual que un periodista debe tener un compromiso con la verdad y entender que es un proceso que está en permanente debate y construcción.
El ingreso a esta Casa de Estudios es una invitación para sentirse protagonista no sólo de la memoria, sino que también de cómo nos hacemos cargo de construir una sociedad más democrática, más inclusiva, donde los valores que promueve nuestra Universidad se hagan carne en su formación profesional y en su vida cotidiana.
¡Bienvenidas y bienvenidos a la USACH!
Dra. Cristina Moyano Barahona
Decana Facultad de Humanidades
Universidad de Santiago de Chile