La investigación propone una nueva mirada sobre las dinámicas de gestión y control de los ríos en contextos de construcción de plantas hidroeléctricas en relación a sus entornos y cómo los afectan.
El académico de la Escuela de Psicología FAHU y Vicedecano de Investigación y Postgrado, Dr. Jorge Castillo-Sepúlveda, junto a Jhonathan Castro Pino, lideran el proyecto titulado «Hacia una biopolítica fluvial: un estudio de caso de hidroelectricidad desde Itaipú», financiado por la Dirección de investigación Científica y tecnológica Usach, a través de su concurso 2025.
Este estudio propone un análisis crítico sobre cómo las infraestructuras hidroeléctricas afectan no solo los ecosistemas naturales, sino también las dinámicas sociopolíticas de las comunidades amazónicas que dependen de los ríos.
«La iniciativa de esta investigación surgió de un trabajo colaborativo con el Instituto de Estudios Avanzados, en torno a las cosmopolíticas amazónicas», explica Castillo, enfatizando la importancia de comprender cómo las hidroeléctricas modifican la vida de las comunidades.
El concepto de biopolítica fluvial, central en la investigación, busca dar cuenta de los efectos de estas intervenciones en las poblaciones y su relación con los territorios. «Se trata de captar el componente dinámico y móvil de la biopolítica, entendiendo cómo las regularidades de la vida poblacional se transforman con la construcción de estas infraestructuras», señala el investigador.
Uno de los objetivos del estudio es analizar los cambios institucionales y políticos que emergen a raíz de estas problemáticas. «Por un lado, buscamos captar cómo las políticas se transforman para intentar absorber estas situaciones. Y, por otro, comprender cómo la cualidad nómada de ciertas comunidades amazónicas dificulta su articulación en el marco institucional», explica Castillo.
El caso de Itaipú es paradigmático porque evidencia cómo las hidroeléctricas alteran múltiples dimensiones de la vida local. «Estas infraestructuras afectan mucho más de lo que comúnmente se considera. No solo modifican el paisaje o los recursos hídricos, sino que transforman la movilidad, la cultura y la forma en que las comunidades interactúan con su entorno», advierte el académico.
Asimismo, Castillo destaca que estas poblaciones suelen quedar fuera de la lógica de los estados-nación. «Muchas veces, las comunidades afectadas no logran ser comprendidas ni integradas en las políticas institucionales. Se escapan de las dinámicas de gobierno tal como las conocemos», sostiene.
El investigador también enfatiza la necesidad de desarrollar nuevas sensibilidades ante estas problemáticas. «Es fundamental considerar formas de vida que usualmente no son tomadas en cuenta en los análisis de política pública. Las hidroeléctricas generan impactos que requieren otro tipo de aproximaciones, más atentas a las transformaciones socioambientales», comenta.
Desde la Facultad de Humanidades, la investigación se vincula con una tradición crítica y con enfoques que buscan ampliar los marcos de conocimiento: «La facultad promueve una sensibilidad específica sobre las transformaciones socio-naturales que experimentamos hoy. En ese sentido, este estudio se alinea con los valores de nuestra comunidad académica», destaca Castillo.
El trabajo colaborativo ha sido clave en el desarrollo del proyecto, articulando esfuerzos entre distintas unidades académicas. «Este tipo de investigaciones nos permite generar sinergias y pensar en soluciones conjuntas a problemáticas que nos afectan a todos», concluye el académico.
La investigación de Jorge Castillo-Sepúlveda y Jhonathan Castro Pino ofrece una perspectiva crítica sobre el impacto de las hidroeléctricas en las comunidades y ecosistemas, cuestionando las políticas de gestión fluvial. Su enfoque invita a repensar la relación entre infraestructura, territorio y vida poblacional. Con ello, abre nuevas discusiones sobre justicia ambiental y derechos de las comunidades afectadas.
Créditos:
Redacción: Sofía Molina C.
Fotografías: Sofía Molina C.
Edición: Luciano Guzmán N.