El académico y profesor de la Escuela de Psicología Usach lidera un nuevo proyecto que busca analizar cómo se incorporan los principios éticos de manera práctica y efectiva en carreras orientadas al trabajo con personas, invitando a una reflexión sobre los desafíos actuales de la formación valórica en el ejercicio profesional.
Para el Dr. Letelier, la enseñanza de la ética no puede abordarse solo desde un marco teórico, sino que debe estar vinculada a la práctica profesional y a los dilemas reales que enfrentan los futuros profesionales. “La ética aplicada no es simplemente conocer códigos deontológicos, sino comprender cómo los principios éticos guían la toma de decisiones en contextos complejos y en constante cambio”, señala el investigador.
El proyecto busca analizar de qué manera las universidades están preparando a sus estudiantes para enfrentar los desafíos éticos de su ejercicio profesional, considerando la diversidad de situaciones que pueden presentarse en la relación con pacientes, usuarios y comunidades. “Es fundamental que los estudiantes desarrollen una reflexión ética profunda que les permita responder con criterio y sensibilidad a las problemáticas del mundo real”, enfatiza Letelier.
Uno de los ejes centrales de la investigación es la comparación entre las estrategias de enseñanza de la ética en Psicología y Terapia Ocupacional, dos disciplinas que comparten la necesidad de abordar dilemas éticos en su ejercicio, pero que pueden diferir en sus enfoques y metodologías. “Queremos comprender cómo se construye el juicio ético en la formación profesional y qué herramientas pedagógicas están siendo efectivas para fortalecerlo”, explica el académico.
El estudio también considera el impacto que tienen los contextos sociales y culturales en la forma en que se concibe la ética profesional. Letelier destaca que los valores y principios no operan en un vacío, sino que se enmarcan en realidades que pueden influir en las decisiones que los profesionales deben tomar. “Es importante entender que la ética no es una disciplina rígida, sino que dialoga con los cambios sociales, políticos y tecnológicos de cada época”, subraya.
Además de generar un análisis sobre la formación en ética, el proyecto busca aportar propuestas concretas para fortalecer la enseñanza en estas áreas. Según Letelier, es clave que las universidades revisen y actualicen constantemente sus programas formativos para garantizar que los futuros profesionales cuenten con herramientas adecuadas para enfrentar los dilemas éticos de su quehacer. “No se trata solo de formar profesionales técnicamente competentes, sino de formar personas con una fuerte conciencia ética y un compromiso con el bienestar de las comunidades con las que trabajarán”.
El académico espera que esta investigación contribuya a una mayor discusión en torno a la enseñanza de la ética en carreras orientadas al trabajo con personas y que sus resultados puedan ser un aporte tanto para el diseño curricular como para la práctica profesional. “La reflexión ética es un componente esencial en la formación de cualquier profesional, y nuestro objetivo es aportar a su fortalecimiento desde una perspectiva crítica y actualizada”, concluye.
Créditos:
Redacción: Sofía Molina C.
Fotografía: Sofía Molina C.
Edición: Luciano Guzmán N.