La académica, Directora del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Diana Aurenque se refirió al concepto de muerte digna en Las Últimas Noticias, en relación al caso de la médica cirujana que padecía un cáncer terminal en la ciudad de Concepción y que la llevó a tomar la decisión de una sedación paliativa.

Sobre el concepto de muerte, la académica señaló: “Por lo general, las personas tenemos una visión negativa de la muerte porque la asociamos con pérdida y dolor, con miedo e impotencia. Sabemos que la muerte es un límite radical, una constante que, desde siempre, determina nuestra existencia. Y ya que la vida es considerada un bien, algo valioso, es evidente que la muerte se entienda como un mal, como un destino insoportable”, indicó.

En relación a la muerte y a bioética, la Filósofa sostuvo: “En bioética se relativizan dos cosas: uno, la visión de que la muerte es siempre un mal y dos, que toda vida, por ser vida biológica, deba extenderse y/o considerarse valiosa. Con estudios de bioética entendemos que para las decisiones médicas -sean de aceptar o rechazar un procedimiento o, incluso, de adelantar la llegada de la muerte, lo decisivo no es solo el consejo médico, sino las valoraciones subjetivas que hacen los propios pacientes respecto de su vida. La bioética enseña que la medicina debe contemplar que las personas tenemos distintos valores”.

Al ser consultada por la sedación paliativa como una muerte digna, la profesora añade: “En este caso vemos de nuevo el problema de la palabra “digno”, que en filosofía y bioética se ha discutido bastante. Porque si bien la palabra tiene un sentido ético, jurídico y retórico muy potente, es difícil de definir. Se busca usar la palabra “muerte digna” para expresar que hay momentos en la vida donde la existencia ha dejado de ser percibida como soportable, de forma personal por la persona afectada y a causa de un pronóstico inmejorable. Así, “muerte digna” significa escape de una vida que ya no aporta plenitud ni felicidad, sino solo sufrimiento”.

Respecto a la legalización de la eutanasia, la académica señala que es válida y que al ser humano no sólo le interesa vivir: “La posibilidad de contar con eutanasia o con el suicidio asistido permite devolverles un espacio de acción a personas que sienten que su vida ya no merece ser vivida. El ser humano es un animal especial al que no le interesa solo vivir, sino que busca plenitud, florecimiento y bienestar”.

 

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