La académica y socióloga del Departamento de Lingüística y Literatura, comparte su inspirador recorrido desde São Paulo hasta su vida actual en Chile, donde combina la docencia e investigación con el trail running como una herramienta de resiliencia, bienestar y equilibrio emocional.
La Dra. Eugenia dos Santos se define como una mujer comprometida. «Me considero una persona comprometida con mi comunidad, mi cultura y mi bienestar. Siempre intento mostrar que vale la pena tener un ideal y una misión en la vida», afirma con la claridad de quien ha transformado las dificultades en oportunidades.
Oriunda del nordeste de Brasil, dos Santos emigró con su familia a São Paulo a los cinco años. Creció en un contexto de racismo y desigualdad, pero estas experiencias moldearon su visión del mundo. “Fui una estudiante vulnerable, hacía parte del 2% de mi color que ingresó a la universidad en los años 80. Venir de un país racista me dio una conciencia que me ha acompañado toda mi vida”, comenta, subrayando que avanzó académicamente gracias a becas y una tenacidad inquebrantable.
Radicada en Chile, combina su rol académico con el trail running, una disciplina que encontró en su búsqueda por superar una crisis personal. “El deporte para mí es una terapia y un equilibrio mental y físico. En 2010 tuve un momento difícil y decidí incorporar una mayor disciplina a mi vida. Desde entonces, correr se convirtió en mi filosofía de vida”, relata.
El trail running no solo le permite conectar con la naturaleza, sino también competir y demostrar que la edad no es un impedimento. “Amo Chile y su diversidad de paisajes. He corrido en el norte y el sur del país, enfrentando condiciones extremas, pero cada meta que alcanzo me reafirma que soy capaz de superar cualquier desafío”, asegura. Entre sus logros, destaca competencias donde ha triunfado en su categoría, dejando atrás a corredores más jóvenes. «El deporte me da autoestima y fortaleza, más que belleza, es una conexión con mi capacidad interior», enfatiza.
Para ella, el equilibrio entre la vida personal y profesional es posible gracias a una estricta rutina. “Me levanto a las cuatro de la mañana para entrenar y preparo mis comidas a la medida del deporte que practico. No tomo alcohol y priorizo mi salud en todo momento”, detalla. Además, agradece a quienes la han acompañado en este camino: su nutriólogo, Álvaro Bustamante, y sus entrenadores John Barrera y Paola Olivares, a quienes reconoce como fundamentales en su desarrollo deportivo.
Dos Santos también reflexiona sobre los valores que el deporte puede enseñar. «El deporte me hace valorarme. Me recuerda que, así como he logrado muchas cosas en mi vida, puedo llegar a cualquier cima», dice. Inspirada por su experiencia, invita a quienes la rodean a adoptar el deporte como un estilo de vida. “Quiero que mis colegas y estudiantes vean que es posible alcanzar el bienestar y ser felices practicando deporte”, concluye.
Con una sonrisa que refleja su satisfacción, Eugenia dos Santos demuestra que el compromiso consigo misma y con su entorno puede transformar vidas y abrir caminos hacia nuevas metas.
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Texto: Luciano Guzmán N.
Imágenes: Cedidas.
Edición: Luciano Guzmán N.