El espacio de conversación se llevó a cabo gracias al trabajo de estudiantes del Doctorado en Historia de nuestra casa de estudios.
Este 14, 15 y 16 de noviembre, se llevaron a cabo las “Jornadas de Historia Intelectual en Chile”, organizado por estudiantes de Postgrado en Historia, de la Universidad de Santiago de Chile..
El objetivo de esta actividad fue realizar espacios de conversación y debate para relevar la historia intelectual en Chile y también en países como Argentina, donde se lograron evidenciar estudios de caso desde una perspectiva teórica y metodológica, con la idea de producir una reflexión en las nuevas producciones historiográficas.
Natalia Bustelo, es Doctora en Historia de la Universidad de La Plata, Argentina, e investigadora asistente de CONICET, y participó en una de las sesiones de esta iniciativa, en la mesa de debate denominada “Balance de la Producción de la Historia Intelectual en Chile y Argentina”, junto a la Decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago, Dra. Cristina Moyano.
La máxima autoridad de la Facultad, reconoció y destacó el trabajo realizado por los estudiantes del Doctorado en Historia de nuestra casa de estudios, en la organización de este evento tan relevante para la comunidad universitaria.
“Valoro el espacio de autonomía que se genera en el Doctorado en Historia de nuestra institución, que le permite a los estudiantes, debatir en torno a una temática que es de relativa novedad para la formación de estudiantes del Doctorado en Chile, es muy positivo que puedan organizar un seminario como este, para generar una serie de redes y colaboraciones… Es una actividad que nació de ellos y creo que este tipo de iniciativas deben promoverse en la Facultad de Humanidades y rescatar, que los estudiantes, dentro de su proceso formativo, realicen este tipo de diagnóstico y reflexiones”, sostuvo la Dra. Moyano.
Por su parte, la Dra. Bustelo, cree que esta instancia es muy ilustrativa para los estudiantes y también para la comunidad académica: “El seminario está planteado para pensar una perspectiva de la historia intelectual que tiene cierto desarrollo en Chile, pero siempre los aportes regionales, son buenos disparadores para producir más dinámica en el campo, para afinar los temas teóricos y metodológicos; es un seminario que despertó mucho interés… Lo interesante es que no solo se discuten trabajos de estudios de caso, sino que también hay una voluntad, en las tres jornadas, de producir una reflexión teórica-metodológica, para escribir esta perspectiva en las nuevas producciones historiográficas”, sostuvo la académica de la Universidad de La Plata.
En relación a su presentación, y a la definición de la perspectiva intelectual que tiene Argentina, la Dra. Natalia Bustelo enfatizó: “Es una perspectiva interdisciplinar, que toma tesis y que plantea temas de la sociología de la cultura, y que viene mostrando su productividad para repensar los procesos de ideas, en Argentina y en América Latina, en la producción de libros y en cómo esas ideas circulan a través de proyectos editoriales, a través de cátedras, a través de ciclos de conferencias, y en cómo se resignifican autores cuando son recepcionados por el movimiento anarquista y socialista”.
Otro de los temas que abordó la profesora en este espacio, fue el positivismo y modernismo en la perspectiva intelectual en Argentina.
“Una de las renovaciones que trae la perspectiva de historia intelectual, es pensar que el positivismo, no fue solo un sistema de tesis, de ideas, sino que fue una cultura científica, fue una forma de tramitar las ideas y de buscar la relación de esas ideas, por ejemplo, con las instituciones que se estaban construyendo en los distintos países latinoamericanos, las instituciones criminológicas, punitorias, instituciones psiquiátricas y educativas”.
“En el caso de Europa, no existe un modernismo, sino que existe un primer movimiento de ideas que surge en Latinoamérica, que tiene dimensiones latinoamericanas, y que surge como una reacción ante lo que se consideraba como poco interesante, entonces el modernismo, puede ser leído como anti positivista, y no tuvo eficacia para construir instituciones estatales, pero si tuvo eficacia, para renovar las formas de la prosa, la poesía, para renovar los vínculos, para construir redes latinoamericanas”, sostuvo la Dra. Bustelo.
Sobre las discrepancias entre los intelectuales chilenos y argentinos, la profesora reconoce ciertas ideas y pensamientos que pueden diferenciar los valores, perspectivas y creencias entre ambos países.
“Los procesos intelectuales, lo que hacen es recepcionar sistemas de ideas que venían de lo que se consideraba los faros intelectuales, de Francia y Alemania, y podemos registrar ilustración emancipadora, tanto en Chile como en Argentina… Entre los intelectuales chilenos, tuvo más peso el catolicismo; las elites liberales en Argentina, fueron mucho más laicas, impulsaron un estado laico, lo que se llama el pacto católico; no abarcó, por ejemplo, la educación, en cambio en Chile, esas elites liberales no confiaban tanto en la potencia de la ilustración, o de la moral laica, para construir las instituciones… Por otro lado, en el momento en que se produce la transición democrática, los estudios de la producción de los intelectuales argentinos fueron lógicamente anteriores, en cuanto a pensar y a recepcionar las teorías democráticas, en ese sentido, la cultura chilena y los intelectuales chilenos, tienen una disponibilidad de experiencias, en comparación a los intelectuales argentinos”, finalizó la académica.