La sexta edición del Global Teacher Prize Chile, inició su campaña el 9 de junio recién pasado, premio que es reconocido a nivel mundial como el “Nobel de la Enseñanza” y que, desde su llegada al país en 2016, ha relevado y celebrado la labor docente.

Carolina Sandoval Azócar, es egresada de la carrera Pedagogía en Historia de la Universidad de Santiago de Chile y es una de las semifinalistas como una de las docentes que están impactando a estudiantes desde el norte al sur del país.

La egresada es profesora mentora en la asignatura de Lengua y Cultura Indígena en el Colegio Quilacahuin, en la décima región, donde ha desarrollado un trabajo intercultural destacando los valores de la cultura Mapuche Huilliche de la zona rural.

Sobre este reconocimiento, la ex alumna señala que es un premio totalmente merecido: “Me siento recompensada, creo que todos y todas los/las profesores/as que decidimos estar en las escuelas o mantenernos en este espacio, que es la sala de clases de la educación básica, media o rural, estamos poco valorados en el ámbito de lo social. Muchas veces estamos invisibilizados en nuestra labor o muchas veces nuestra profesión está un poco desprestigiada, entonces siento que ese reconocimiento es totalmente merecido”.

Y añadió: “Cualquiera de nosotros, que es profesor, que se sostiene en la pedagogía, en estos contextos, que es el contacto directo con nuestras niñeces, con nuestras juventudes o en mi caso, con nuestros niños y niñas campesinos/as mapuches, creo que nos merecemos todo el reconocimiento”.

Sandoval, ha logrado impulsar en su establecimiento la iniciativa Pedagogía del Buen Vivir, basada en el protagonismo de los estudiantes, con el fin de conectarlos con sus raíces ancestrales, fomentando el sentido de responsabilidad colectiva y el respeto por la diversidad sociocultural.

Respecto a esta labor, la egresada sostuvo: “Es el resultado de mi práctica pedagógica, de un montón de sentipensares, como decimos quienes estamos en el camino de la descolonización de los saberes y de las prácticas educativas, y de un montón de conversaciones con una diversidad enorme de gente que parte, por supuesto, siempre en el diálogo permanente con mis estudiantes, pero también con otros profesores, con las autoridades ancestrales del territorio”.

La Pedagogía del Buen Vivir se relaciona con el hecho de entender que estamos en una crisis global, donde volver al origen tiene bastante sentido, así lo afirma la egresada: “Volver a las cosas simples de la vida, como por ejemplo jugar, o volver a conversar, acá en ese contexto, el matetun, es un ritual muy importante en lo cotidiano, por eso lo utilizo mucho en las salas de clases… Pero el sello del ejercicio consciente de volver a ese jueguito que es tan humano y tan básico ante esta crisis… Parece que tenemos que volver a encontrarnos en ese circulo”.

En relación a su experiencia y su llegada desde la capital a la zona rural donde se encuentra, Sandoval señala la gran lección que eso significó: “El tránsito desde la ciudad hasta acá, creo que ha sido la mejor lección de humildad frente a mis estudiantes, muchos y muchas de nosotros/as nos leemos a Paulo Freire, cuando habla de desarmar esta lógica vertical entre el que educa, el que aprende y el que enseña… Creo que el lugar donde más encontré sentido, fue este, porque llegar a un territorio donde son las y los estudiantes, quienes te enseñan a reconocer una planta, por ejemplo, es realmente una posición de aprendizaje, por lo tanto, es una lección de humildad y de ver en el otro, a un ser humano que es totalmente legitimo y válido”.

Al ser consultada por el aporte que significa el reconocimiento del Global Teacher Prize Chile para su carrera como docente, Carolina sostiene que: “Frente a una nominación como esta, es reforzar el vínculo… Siempre estamos apostando al buen vivir, al tener buenas prácticas, a que nuestras convivencias sean sanas, pero no porque lo dice el reglamento del colegio, sino porque queremos recuperar esa forma de vivir, donde los equilibrios existían… Es importante que ellos y ellas tengan referentes adultos válidos… Como profesores/as también tenemos esa misión, es una responsabilidad profesional, social y comunitaria”, finalizó.