La docencia puede encontrar en el cómic y el fanzine potentes herramientas de mediación cultural y literaria, como lo demostró Jorge Sánchez, profesor del Departamento de Lingüística y Literatura y Encargado de Vínculo con la Escuela de la carrera de Pedagogía en Castellano. En sus recientes actividades en el sur del país, Sánchez exploró cómo expresiones didácticas pueden enriquecer la enseñanza y acercar la literatura y la academia al territorio. 

“La actividad que fui a realizar en el sur consistió en dos invitaciones”, explicó Sánchez. “En la Universidad Austral, el magister de literatura me invitó a cerrar un lectivo de didáctica con una charla sobre cómic y educación. En esa charla yo expliqué qué es el cómic, cómo se puede mediar en el aula, vimos el corpus y resultó algo sumamente productivo porque habían profesores en ejercicio, personas en proceso de obtención del doctorado, y en general el cómic no se conoce, y cuando se conoce se simplifica, pero aquí se complejizó y se analizó su aplicación en el salón de clases”.

Sánchez también participó en el primer Festival de Literatura Infantil y Juvenil en Temuco, organizado por la Universidad Autónoma y la Municipalidad de la localidad. “Aquí fue distinto, ya que impartí un taller de fanzine. Si bien tiene un carácter teórico, aquí fue más práctico y también exitoso porque no se conocía lo qué era el fanzine. Enseñé cómo hacerlo. No tenía nada que ver con educación, era mediación literaria, pero fue productivo porque recibí mucho el feedback de los jóvenes frente a lo que les enseñé. Además, esto posteriormente lo llevo a mis clases de didáctica en la universidad para no alejarme de la docencia”, afirmó.

El cómic y el fanzine se convierten en herramientas clave para abrir nuevas formas de lectura y comprensión textual, un aspecto que Sánchez destaca como crucial. “En la Usach, la pedagogía en castellano, a diferencia de otras, incorpora el cómic. Sin embargo, en otros contextos predomina lo monomodal, lo alfabético. Pensar en la imagen y el dibujo secuenciado como en el cómic permite generar otros tipos de lectura, beneficiosos no solo en el ámbito escolar, sino también universitario, ampliando cómo entendemos y leemos un texto”.

En cuanto al taller de fanzine, resaltó su importancia a nivel territorial: “Llevar la academia a los territorios es algo que me interesa mucho. En general, los académicos se centran en espacios cómodos como conversatorios o simposios, pero ir a terreno, estar en colegios o fuera de ellos, trabajando con arte, permite a la comunidad entenderse a sí misma y a los otros en un diálogo”. Sánchez señala que esta interacción también enriquece sus propias clases: “Esto potencia la carrera, porque aprendemos de los demás”.