4 May 2020 / Noticias /
En el marco del Día Internacional del Trabajador: Expertos Usach analizan compleja situación del empleo en Chile bajo la pandemia global de COVID-19

Este año la conmemoración del Día Internacional del Trabajador, fue diferente a nivel mundial. Si bien durante el año 2019 se produjeron estallidos sociales en diferentes naciones y continentes, la pandemia de COVID-19 vino a aumentar la crisis, golpeando fuerte la generación y mantención del empleo.

Es por esto que diferentes expertos y expertas de nuestra Casa de Estudios aceptaron analizar la situación desde diferentes puntos de vista como la historia, la economía, la psicología y el mundo social.

Partiendo por la historia

Para la Dra. Cristina Moyano, directora del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de nuestro Plantel, las crisis económicas que se han dado en Chile durante los siglos XX y XXI presentan algunas características similares, pero los gobiernos que las enfrentaron lo hicieron de diferente manera.

“Durante la crisis del 31, el Estado recién comenzaba a instalar políticas de bienestar para los trabajadores y asumió un rol activo en la activación de la economía. En la crisis del 82 la dictadura militar creó programa de empleo mínimo y de ayuda a jefes de hogar, muy precario y mal pagado, normalmente con poco valor agregado. Esas medidas no sacaron a la gente de la pobreza y, por el contrario, aumentó el malestar social expresado en una ola de protestas  entre 1983 y 1986”.

En el caso actual, la investigadora señaló que el Estado sigue una lógica subsidiaria, en la que sin tocar la estructura productiva y menos aún, el modelo de desarrollo neoliberal, dependiente y con una canasta de bienes exportable de escaso valor agregado, entrega bonos para mantener dinámicas de consumo, sin modificar la relación del Estado respecto del capital y el  trabajo”, aseguró la académica.

Estado actual y futuro de la economía

La Dra. Marcela Vera, académica de la Facultad de Administración y Economía (FAE), indicó que Chile, pasó de tener proyecciones de crecimiento económico para el año pasado del orden del 4,2%  a tasas para este año – en el inicio del 2020- de 1,2% de crecimiento del PIB.

“Esto ya da cuenta, independiente de la situación de la pandemia, que nuestro país tenía un déficit estructural en términos de las capacidades instaladas para fomentar el crecimiento y el desarrollo; eso si uno mira los indicadores macroeconómicos”, señaló.

La académica indicó que el problema fundamental de la pandemia radica en que finalmente la circulación de personas y mercancías casi deja de existir y por tanto, la posibilidad de economías como la nuestra en el escenario internacional también se reduce.

“Desde el estallido social uno puede observar que los indicadores de desempleo habían crecido a un 7,8% y en los datos de las cifras más actuales podemos dar cuenta de que el último trimestre enero-marzo, ya se incrementó a un 8,2%, siendo el registro más alto de los últimos 10 años”, aseguró la experta.

De hecho, en este trimestre  los sectores de enseñanza bajó a un 6,9%, también lo hizo la industria manufacturera con un 7,1% y la agricultura y pesca con un 9,0%. En suma, áreas que son muy relevantes para el país ya están afectadas producto de la pandemia y seguramente en el informe del INE correspondiente al trimestre febrero-abril se verá un impacto mayor.

La Dra. Vera, dijo que la administración Piñera debería generar un plan nacional que contemple lo que está ocurriendo en distintos sectores de la sociedad.  “Sin lugar a dudas, las grandes empresas van a generar una tensión con el Gobierno para generar incluso ciertos procesos de nacionalización  en el caso de las empresas que puedan entrar en quiebra y esto no puede ser una situación que esté fuera de los márgenes de lo que requiere el país”, precisó.

Agregó que el foco debería estar dirigido al fomento del empleo en las Pymes, al fortalecimiento de la capacidad financiera de ellas, al acceso a ciertas materias primas, pero también de mejoramiento en la cadena de distribución y comercialización de sus productos. A esto deberían sumar a los sectores más vulnerables como las regiones, el mundo rural, las mujeres, los adultos mayores y los niños”, enfatizó.

El factor social

El académico de la Facultad de Administración y Economía, Dr. Raúl Berríos, sostuvo que históricamente el principal problema del empleo en Chile es su peligrosa precariedad. Recordó que hasta antes de esta pandemia y el estallido social, el mercado laboral era bastante dinámico, incluso en el trimestre octubre-diciembre no mostró grandes problemas.

“En Chile existe una fuerza de trabajo de más de 9 millones de personas y si sumamos a los informales y a las desocupados que son más de 3 millones, estamos hablando que más de un 40% está en una condición extremadamente precaria”, opinó .

“El principal obstáculo que estamos enfrentando es que las políticas públicas están llegando un poco tarde en particular sobre los grupos que más lo necesitan, que son los informales y el grupo de los desocupados. No creo que lleguemos a situaciones como lo fueron el PEM y el POJH,  porque la situación hoy es más robusta de lo que fue en la crisis del 80” aseguró el Dr. Berríos.

En este mismo sentido el sociólogo Alberto Mayol, dijo que hoy es imposible hacer una proyección seria de las condiciones económicas en las cuales va quedar Chile, pero evidentemente habrá una recesión de gran tamaño con niveles de cesantía importantes. “Es probable que retornen problemas como el abastecimiento básico de los hogares que eran cosas relativamente olvidadas dentro del diseño de política pública inclusive, es decir que estaba fuera de todo escenario de comprensión de un presente o un futuro cercano”, indicó.

El factor psicológico

El director de la Escuela de Psicología y ex ministro de Desarrollo Social,  Marcos Barraza, reveló que lo primero que hay que destacar es que Chile vive un proceso de profundas transformaciones en el plano estructural y psicosocial.

“No hay que olvidar que desde el inicio del Gobierno del Presidente Piñera son muchas las empresas que han cerrado, especialmente en regiones y eso ha impactado en términos de pérdida de puestos de trabajo y por cierto el incremento de una frustración social que se acentúa” expresó el psicólogo.

Ante la vivencia de una persona que pierde su empleo, y teniendo presente que en la actualidad es una dimensión colectiva, Barraza señaló que “las estadísticas muestran que 500 mil personas que han perdido el empleo o han tenido disminución de su salario a propósito de la pandemia, es un conflicto que se conecta con el estallido social en términos de desigualdades sociales”.

Todo esto está revelando que las personas que pierden el empleo, están viviendo situaciones de frustración, agobio y ansiedad que en muchos casos deriva en angustia, producto del miedo a no tener los ingresos suficientes para sostener la calidad de vida de sí mismo y la de sus familias.

“En situaciones extremas, esto puede devenir en despersonalización, puede expresarse ideas rumiantes, repetitivas, a propósito de la ansiedad que provoca, pero también puede situarse en una posición mucho más extrema desde el punto de vista de la sensación de indefensión”, explicó Barraza.

El académico de la Usach,  dijo que ahora todo indica que desde la posición de las y los trabajadores en razón al retorno a lo colectivo es de menos desesperanza y es más de organización social que haga frente a las injusticias del modelo económico.

Autor: 
Enzo Borroni Ricardi
Fotografía: 
Getty Images