Militancias y generaciones políticas: Hacia una biografía colectiva de las Juventudes Comunistas de Chile (1990-2010), se centrará en una investigación personal, de tú a tú, con las y los protagonistas de este periodo.
Este proyecto tiene su origen en una investigación anterior en la cual, el Doctor en Historia y actual Director del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades, Rolando Álvarez, analizó la historia de la JJ.CC. desde mediados del siglo XX hasta la década de 1990. Enfocándose principalmente en la historia oral. Esto a través de entrevistas y conversaciones con una gran cantidad de hombres y mujeres que participaron en la colectividad, considerando también datos cuantitativos sobre la militancia, logrando así construir una biografía colectiva, que en lo académico, se conoce como un estudio prosopográfico.
Abordando además el objeto de estudio desde la perspectiva de cómo cada generación, al interior de la organización, dentro de los rasgos identitarios comunes de ésta, tuvo sus propios datos biográficos colectivos, que las fueron diferenciando de las generaciones anteriores.
¿Cuál es el aporte y el impacto de las Juventudes Comunistas hacia la sociedad chilena?
Hay una tradición política en nuestro país que muestra a dirigentes que se forman a muy temprana edad. En esta línea, las juventudes políticas actúan como un vivero de éstos, en todo el espectro político nacional, destacando también a quienes provienen del movimiento estudiantil.
En el caso particular de la JJ.CC., esto se ha reproducido desde la década de 1960 en adelante, donde surgieron dirigentes estudiantiles muy connotados, que pasaron a ser dirigentes sociales y políticos importantes: senadores, diputados, ministras, etc.
¿Qué políticas públicas podríamos destacar a la hora de centrarnos en estos dirigentes?
Los y las militantes de las Juventudes Comunistas han sido parte de movimientos sociales muy importantes en la historia de nuestro país. Si nos centramos en la década de los 90’ en adelante, fueron parte de la lucha por el arancel diferenciado y si bien esa lucha no se ganó, sí dio paso a un proceso de democratización de las universidades, que pasaron a gobernarse por un estatuto orgánico propio y democratizado.
También -quizá el momento más protagónico-, fue lo que ocurrió el año 2011 con la movilización estudiantil, que culminó con la implementación de la gratuidad.
Considerando estos aportes, ¿cómo diría usted que observa la opinión pública a la JJ.CC?
No es secreto para nadie que la opinión pública no tiene muy bien considerados a las y los políticos y, por supuesto, las organizaciones y los partidos no están exentos de ello. Nadie escapa de la crítica.
Hoy en día las organizaciones políticas están bastante más atomizadas que hace 20 o 30 años atrás. Entonces, parte de los desafíos que enfrentan, tanto izquierda como derecha, es volver a cautivar a la gente. Revivir esta concepción de militar en un partido político, que hoy es algo mucho más restringido en el interés colectivo.
Vivimos una crisis de credibilidad y desprestigio. La percepción de incorporarse a un partido es netamente para asegurarse un cargo o conseguir trabajo. La idea de participar en una organización política por un ideal o por perseguir una cierta utopía, se ha desvanecido, volviéndose mucho más pragmática y funcional.