Tal como cada martes y jueves, a través del portal Usach.cl y el diario Usach Al Día, compartimos una serie de consejos de nuestros/as académicos/as y expertos/as, para enfrentar el confinamiento en el hogar, en el contexto de la pandemia de COVID-19.
En esta ocasión presentamos sugerencias para quienes viven la cuarentena con niñas y niños, que nos aportan la académica de la Escuela de Psicología, Dra. Ana Vergara, y la contribución de la jefa de carrera de Pedagogía en Educación General Básica, Dra. Paloma Miranda.
1.- Entender lo que estamos viviendo
Los niños son perceptivos y requieren explicaciones, indicó la Dra. Vergara. «Ellos necesitan entender aquello que están viviendo, el silencio no les quita sufrimiento, al contrario, muchas veces los angustia más», agregó.
Por eso, la psicóloga sugiere «explicar las situaciones difíciles, en un lenguaje que ellos puedan entender, transmitiéndoles que estamos buscando soluciones».
2.- Incentivar contacto con sus amigos/as
La Dra. Vergara explica que en esta contingencia, las niñas y niños se han sentido más aislados, porque mantienen menos contacto con sus compañeros/as, amigos/as y aquellos familiares que no viven en la misma casa.
Por esto, la académica recomienda incentivarlos a que puedan contactarse con ellos/as a través del teléfono, internet u otras vías.
3.- Mantenerse en movimiento
La escasez de movilidad física también produce dificultades en las niñas y niños, como ansiedad e inquietud. Por ello, en la medida de las condiciones del hogar, la Dra. Vergara aconseja intentar que ellos «utilicen su cuerpo, que se mantengan en movimiento y gasten energía».
En ese sentido, la Dra. Paloma Miranda recomienda que en niños pequeños el mínimo sea de 45 minutos de movimiento, mientras que en niños más grandes, se puede intercalar 45 minutos de trabajo dirigido y luego 20 ó 30 minutos de ocio.
La académica afirma que es necesario combinar tiempo de estudio con espacios para el odio, idealmente ocio o juego no direccionado, es decir, que el niño o la niña sienta el aburrimiento y tenga la necesidad de ver qué es lo que quiere hacer. «Es importante no direccionar sus actividades de ocio e imponerles qué hacer, sino que dejarlos en libertad para que realice juegos», agrega.
También añade que es deseable que los juegos «estén libres de pantalla, y con ellos puedan desarrollar su imaginación y creatividad». Al mismo tiempo, la Dra. Miranda añade que es recomendable intercalar pequeños periodos de lectura o actividades que desarrollen la motricidad tanto fina como gruesa entre horas de estudio y horas de ocio.
«Mantener el movimiento, como correr, saltar, reptar, no necesariamente deben hacerlo en espacios abiertos o grandes, pero es importante que estos ejercicios sean desarrollados», indica. A ellos, deben sumar actividades de motricidad fina, como pintar, dibujar, recortar, mover, traspasar, trasvasijar, jugar con botones o cierres, etc.
4.- La importancia de las rutinas
La Dra. Vergara explica que es necesario mantener rutinas en el hogar, como aquellas relativas al sueño y a la alimentación, porque esto les permitirá mantener los ciclos biológicos y transmitirles una sensación de organización cotidiana. «Es importante que ellos también colaboren con algunas responsabilidades de la casa, que se hagan parte de la situación difícil, de acuerdo a su edad, a su experiencia, sin que esto impida el ocio».
Coincide con la Dra. Miranda, quien advierte que las rutinas son importantes, especialmente con aquellos niños en edad escolar o que ya tengan alguna aproximación a la vida escolar.
En ese sentido, asegura que es relevante que ellos sepan cuál es su horario de estudio y considerar que un niño pequeño de pre básica o de enseñanza básica de primer ciclo, tienen periodos de concentración muy breves, que nunca superan la media hora.
«Por eso es muy importante tener un horario definido, y que el horario para hacer actividades, que requieran mucha concentración, no sobrepase la media hora o los 20 minutos si son más pequeños», insiste.
La Dra. Miranda explica que es relevante considerar que el aprendizaje de niñas y niños, o de cualquier sujeto, siempre es colaborativo y mediado por otros; por lo tanto, estas actividades, aun cuando deben desarrollar la autonomía de los niños, deben ser mediadas por otros, quienes pueden ser adultos significativos como sus padres o tutores (abuelos, tíos, hermanos). También puede ser un encuentro mediado por otros compañeros a través de contacto sincrónico brindado por la tecnología.
Revise algunos de los principales consejos sobre el tema, que nos entrega la Dra. Ana Vergara, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago, en el siguiente video.