Llevado a cabo en Cepec Usach, el programa enseña estrategias para prevenir el agotamiento laboral en equipos de alto rendimiento. Asistentes destacan la efectividad inmediata de las herramientas adquiridas, esenciales para equilibrar el mundo del trabajo con la vida personal.
El agotamiento profesional, conocido comúnmente como burnout, ha emergido como uno de los principales desafíos para los equipos de alto rendimiento, especialmente en entornos laborales exigentes como el de la salud, la abogacía, la educación, entre otros. Reconociendo esta problemática, la Unidad de Educación Continua (EDUCO) de la Facultad de Humanidades organizó un curso destinado a la prevención de este fenómeno y al autocuidado en los equipos laborales.
Constanza Lizama Vidal, psicóloga y docente de EDUCO FAHU, lidera este curso y subraya la importancia de centrarse en la prevención y el autocuidado en el entorno laboral. «El enfoque de este curso es práctico, y la idea es que los colectivos puedan incorporar elementos que les permitan tener una autoasistencia mutua y una mejor calidad de vida en el trabajo», explica Lizama, pues aunque el término burnout ha ganado visibilidad en los últimos años, “sus raíces están profundamente arraigadas en la cultura profesional moderna, que a menudo prioriza la productividad sobre el bienestar individual”.
El curso se ha diseñado para abordar de manera proactiva los factores que conducen a este fenómeno. Lizama advierte que en Chile, la cultura laboral tiende a ser reactiva en lugar de preventiva: «tenemos una cultura muy enfocada en la sobreexigencia, que sin miramientos traspasa ciertos límites personales, lo que nos puede llevar a desencadenar problemas de salud mental. La prevención tiene que ver primero con aprender a equilibrar la responsabilidad con otras dimensiones de la vida», comenta la psicóloga.
Para complementar este cuidado, la psicóloga enfatiza la importancia del trabajo colaborativo y las relaciones interpersonales sanas dentro de los equipos. «Factores protectores para prevenir el burnout son el trabajo colectivo, aprender a tener metas en común y validar el aporte único de cada persona en los grupos», señala.
Por su parte, Victor Neira, médico y alumno de este curso, compartió su experiencia al aplicar estas herramientas en su entorno laboral. Trabajando en la unidad de ciclo vital del Servicio de Salud Metropolitano Norte, Neira relata que «llegamos a esta instancia porque una de nuestras compañeras pudo evidenciar que estábamos complicados con el ambiente profesional y con la sobrecarga».
Neira describe el curso como una vivencia positiva, con utilidades prácticas que han sido de fácil implementación en su rutina diaria. «Llevamos cuatro sesiones y creo que hemos adquirido herramientas que hemos podido ir aplicando de manera muy rápida a nuestro quehacer diario».
Al ser consultado sobre el impacto del burnout en su campo laboral, especialmente en un entorno de alta exigencia como la atención primaria de salud, Neira reflexiona que «cuesta tener este equilibrio entre lo laboral y lo individual y establecer límites en la carga. Una de las cosas que hemos aprendido es a ser más conscientes sobre las herramientas que podemos tener y lo difícil que puede ser mantener este balance», concluye.
Es así como el curso de prevención del burnout no sólo está significando la entrega de herramientas para enfrentar este fenómeno, sino que también la promoción de una cultura de autocuidado que es esencial en cualquier entorno de trabajo. En un contexto donde la sobreexigencia, la falta de empatía y la carencia de instancias concretas de prevención son la tónica, la iniciativa de la FAHU se presenta como una valiosa contribución para mejorar la salud mental y el bienestar de los profesionales.
Créditos:
Texto: Fidel Palacios A.
Imagen: Fidel Palacios A.
Edición: Luciano Guzmán N