La actividad se llevó a cabo en el gimnasio del colegio de Quilacahuín que pertenece a la Fundación Misiones de la Costa. La instancia contó con la participación de la Machi de la zona, así como con autoridades de la comunidad Mapuche-Huilliche y de la congregación.
Si nos adentramos en la Provincia de Osorno, específicamente en la comuna de San Pablo, nos encontraremos con Quilacahuín, una localidad rural llena de historia, mística y espiritualidad. Es aquí donde comienza a gestarse el proyecto denominado “Futa trawün : Wiñoytupe küifi zungün pu Quilacahuin mapu mo” (Gran encuentro: que vuelva la palabra antigua), el cual nace por la necesidad revalorizar y autoidentificar los elementos sustanciales de la comunidad mapuche y su identidad.
El trabajo consistió en identificar “activadores de la memoria”, específicamente 18 alumnos y alumnas, de entre 7mo básico y IV medio, del colegio Quilacahuín de la Fundación Misiones de la Costa, quienes a través de varios encuentros con autoridades ancestrales y mapeos colaborativos, se transformaron en agentes socioculturales capacitados para la realización efectiva del diálogo intergeneracional entre la comunidad mapuche, el colegio y los saberes aprendidos, bajo el alero de un currículum pertinente.
Este esfuerzo mancomunado, liderado por el Dr. Rafael Chavarría del Departamento de Historia FAHU y la Egresada de Historia FAHU Carolina Sandoval quien ademas es profesora del colegio de Quilacahuín, culminó con la publicación del libro «Wiñosuam Mütrümkafo Sragwe L´ewfü mo» (Llamadores de memoria del Río Rahue), coescrito por los 18 alumnos y alumnas del colegio, más su Educadora Intercultural, Ximena Fucha y fue editado por la profesora Sandoval en su rol de Gestora Territorial del Proyecto.
El brote de la juventud de Quilacahuín
“El libro para mí, como Machi, es importante porque los chiquillos se hicieron parte de nuestra cultura y nuestra comunidad. Nosotros, como mapuches, decimos que la juventud es el choyün (el brote) y verlos motivados a ellos en este trabajo es fantástico. Me gusta mucho eso”, destacó la Machi María Inayado, con respecto a esta instancia.
“Yo quise participar en este proceso. Me gustó mucho, por eso me quedé, porque le hallé un significado. Me siento feliz por lo que hemos logrado y por tener al fin el libro en nuestras manos”, comentó Luís Coronado (15 años), Osorno.
“Yo no tengo apellido mapuche y esto significó mucho para mí, porque la comunidad me acogió como uno más y poder representarlos de esta manera, me llena de orgullo. Tener el libro en nuestras manos fue muy emocionante”, subrayó Benjamín Álvarez (16 años), Quilacahuín.
“Estoy muy contenta de haber vivido esta experiencia. Lamentablemente, a Chile le falta amor por sus raíces y espero que, a través de este proyecto, todos aprendan, conozcan y amen esta cultura”, dijo emocionada, Ana Meléndez (15 años), estudiante inmigrante de Maracaibo, Venezuela.
“Me nació participar en este proyecto y me siento muy orgullosa de haberlo logrado. Este trabajo tiene una importancia súper grande. El hecho de volver a hablar de la cultura mapuche, hablar con la Machi y poder conocer cómo fueron realmente las cosas, me dejó muchos aprendizajes. Es una historia chocante, muy fuerte y hay que aprender de ella”, comentó Yislenka Rosas (13 años), Osorno.
Vinculación con los territorios
“Mi corazón está muy contento. El poder ver que hoy pasan cosas que antes eran impensadas, como que lleguen con sus vestimentas desde las casas. El hecho de que las niñas y niños recorran esas distancias con su makuñ, sus münolonkos y sus trenzas es muy emocionante, porque nuestros abuelos y abuelas no pudieron hacerlo, pues la educación se encargó de ‘blanquear’ y eliminar memoria”, explicó Carolina Sandoval, egresada destacada FAHU y enlace entre la USACH y la comunidad.
“Este libro es un aporte para ver de qué manera las universidades y las academias pueden relacionarse con los territorios. Personalmente, esto para mí es un acto de reparación. Por eso lo hago”, agregó.
“De principio a fin, siempre el trabajo con niños es emocionante. Es muy gratificante ver cómo se van descubriendo a sí mismos y lo que son capaces de realizar. Su motivación es muy llenadora para mí como adulta. Yo les dije que simplemente era quien los acompañaba y ellos iban a sacar todo su kimün (conocimiento) para sacar adelante este proyecto”, destacó Ximena Fucha, Educadora Intercultural del colegio Quilacahuín y coescritora del libro.
Finalmente,Rodrigo Ortíz, Coordinador de la Red de Egresados de la Dirección de Vinculación con el Medio FAHU y funcionario administrativo participante del proyecto, lo resume diciendo que “para mí este trabajo no es solo un libro. Es un texto de generosidad, pues cada uno de los niños nos abrió la puerta de su casa -en conjunto con sus papás y abuelos, quienes nos compartieron sus historias- y nos permitieron ver su mirada de la educación y cómo se les presenta a ellos como comunidad”.
Este proyecto contó con la colaboración y trabajo conjunto de: Departamento de Historia USACH, Vicerrectoría de Vinculación con el Medio USACH, Dirección de Vinculación con el Medio FAHU, Fundación Misiones de la Costa, Comunidad Mapuche-Huilliche de Quilacahuín.
El lanzamiento de este libro fue impulsado por el Proyecto Operativo de Fondo Vime código 572-2023, liderado por el académico Claudio Pérez.
Autoras y Autores:
Benjamín Álvarez Wagner, 16 años, Quilacahuín
Alondra Yamileth Castro Gómez, 16 años, Cofalmo.
Luis Isaac Coronado Imio, 15 años , Osorno.
Krisna Alejandra Garcés Cumian, 17 años, Quita-Quitra
Hector Javier lmilmaqui Rodríguez, 16 años, Quilquilco.
Belén Antonia de Lourdes Jaramillo Lefián, 13 años, Quita-Quitra.
Lucia Alejandra Marrián Heipel, 15 años, Currimahuida.
Ana Sofia Meléndez, 15 años, Maracaibo, Venezuela.
Kevin Emilo Matus Queipuyao, 12 años, Currimahuida.
Nicolás Valentin Montesinos Zapata, 14 años, Llancacura.
Luís Ignacio Pailamilla Rail, 16 años, Liucura.
Francisca Araceli Pérez Pino, 15 años, Quilacahuín.
Belén Avlin Piniao Neira, 16 años, Cuquimo.
Cristián Javier Rodríguez García, 13 años, Quilquilco.
Yislenka Anamev Rosas Martinez, 13 años, Osorno.
José Patricio Ruíz Guala, 16 años, Quilmahue.
Martín Alonso Sánchez Silva, 12 años, Currimahuida.
Joseph Miguel Vivar Jaramillo, 16 años, Currimahuida.
Ximena Fucha Wingka, 37 años, Lololhue.
Editora:
Carolina Sandoval Azócar, 39 años, Quilmahue.
Créditos:
Texto: Luciano Guzmán N.
Imágenes: Jano Ubilla, Documentalista.