Chile experimenta una caída de la tasa de natalidad a 1,3 hijos por mujer, inferior incluso a Japón. El Dr. Dante Castillo de la Usach explica que factores como dificultades económicas, altos costos de vivienda y cambios culturales contribuyen a este fenómeno, afectando significativamente a la población joven y adulta.
En un contexto de transición demográfica, Chile enfrenta una transformación significativa en su estructura poblacional. La tasa de natalidad disminuye, mientras la esperanza de vida al nacer aumenta, configurando un fenómeno conocido como pirámide poblacional invertida. Para profundizar en este tema, Meganoticias entrevistó al Dr. Dante Castillo, académico de la Escuela de Psicología Usach.
El Dr. Castillo califica la caída de la tasa de natalidad en Chile como un caso «ejemplar pero dramático». En sus palabras, “tenemos una tasa de fecundidad que nos impide alcanzar el mínimo considerado como tasa de reemplazo de la población”. Este fenómeno conduce al envejecimiento acelerado de la sociedad chilena, impactando notablemente tanto a la población joven como adolescente. Entre los factores que explican esta baja sostenida en los nacimientos, el Dr. Castillo destaca las dificultades económicas y sociales no solo de las mujeres, sino de la estructura familiar en general. “Efectivamente un tema tiene que ver con los aspectos económicos, con el costo de la crianza, pero también relacionado con el costo de la vivienda”, explica. El incremento de viviendas diseñadas para tres personas o menos en áreas urbanas refleja esta tendencia, evidenciando un cambio multicausal que incluye factores económicos, culturales y de estilo de vida, tanto a nivel filial como poblacional.
La equidad de género, un logro significativo en la sociedad chilena, también ha influido en esta dinámica. La participación de la mujer en el ámbito social y laboral se ha traducido en matrimonios más tardíos y a la postergación de la maternidad. Adicionalmente, la tecnología de la fecundidad ha permitido una planificación familiar más controlada y tardía.
La baja tasa de fecundidad también se ve agravada por problemas de infertilidad en el 10% de las parejas chilenas que desean tener hijos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El costo elevado de los tratamientos de fertilidad en nuestro país complica aún más la situación, planteando interrogantes sobre cómo atender a esta población. En el marco de lo que implican estas determinaciones individuales condicionadas por factores externos, el Dr. Castillo también resalta el impacto cultural en las decisiones reproductivas. La modernización ha cambiado la percepción tradicional de que la identidad de género se completa con la maternidad o paternidad. Ahora, tanto hombres como mujeres jóvenes no ven la procreación como un imperativo social.
Relacionado a lo anterior, los cambios en la cinematografía y la cultura popular, que ahora presentan visiones distópicas del futuro, influyen en la percepción de la procreación como un proyecto viable y deseable. El Dr. Castillo destaca que “la promesa de un futuro mejor, que impulsaba a generaciones anteriores, se ve ahora ensombrecida por preocupaciones globales como el cambio climático y otras amenazas que son contrarias a la utopía, afectando la decisión de tener hijos”.
Comparando con el resto de América Latina, Chile presenta una de las tasas de fecundidad más bajas, incluso menor que Japón, un país frecuentemente citado por su crisis demográfica. Mientras que en otros países de la región la tasa de reemplazo se mantiene cerca de 2 hijos por mujer, en Chile el promedio ha descendido a 1,3 hijos. Estos datos se traducen en desafíos fundamentales para el envejecimiento de la población en Chile, tales como el funcionamiento del sistema de salud y las pensiones. Además, se destaca el refuerzo necesario en geriatría más que en maternidad, y adaptaciones en infraestructura para atender las necesidades de una población mayor. “Es un desafío para la seguridad social, para las pensiones, para el cuidado, para el sistema de salud centrado en el cuidado del adulto mayor”, afirma el sociólogo.
El Dr. Castillo subraya que no se trata de un llamado a aumentar la natalidad precipitadamente, sino de una preparación estructural y política que se debe adecuar para enfrentar las consecuencias de esta transición demográfica. Países europeos han invertido considerablemente en fomentar la natalidad, pero sin un cambio cultural significativo, estos esfuerzos enfrentan limitaciones, y Chile y el resto de la región no son la excepción.
De esta manera, la conversación sostenida con el Dr. Dante Castillo ilumina la complejidad de la situación demográfica chilena, subrayando la necesidad de políticas públicas integrales y de un cambio en la percepción cultural para abordar eficazmente este desafío. Las consecuencias de no atender la situación bosquejada por el sociólogo aún son inciertas, pero en definitiva es un asunto que a toda la sociedad y sin excepciones compete, pues la demografía configura no sólo números y datos de conocimiento general, sino también nuestro funcionamiento como sociedad.
Créditos:
Texto: Fidel Palacios A.
Imagen: Fidel Palacios A.
Edición: Luciano Guzmán N.