2 Sep 2024 / Noticias / Educación continua, Facultad de Humanidades, VIME /
Revitalizando la Salud Ancestral: Curso integra la Sabiduría de los Pueblos Originarios en la Medicina Moderna

Funcionarios del área de la salud de Cerro Navia se capacitan para integrar prácticas tradicionales en sus labores, enriqueciendo así la atención sanitaria con perspectivas culturales diversas.

Dentro de la amplia gama de cursos que la Unidad de Educación Continua de la Facultad de Humanidades ofrece, podemos encontrar el programa «Salud y Pueblos Originarios». Éste se ha puesto a disposición de funcionarios y profesionales de la salud de la comuna de Cerro Navia, logrando convertirse en un exitoso espacio de integración para redescubrir y valorar las prácticas médicas de los pueblos originarios del país.

Daniel Ríos, sociólogo y docente del curso, subraya que esta instancia «apunta, fundamentalmente, a reconocer una cuestión muy básica que a la población se le ha olvidado: no hay ningún sistema de salud que sea suficiente por sí solo para resolver los problemas de las personas». En esta misma línea, “es esencial que los profesionales de la salud reconozcan la diversidad de pueblos originarios que han desarrollado sus propios sistemas sanitarios, manteniendo sus conocimientos sobre la vida, la enfermedad y la muerte, así como sus terapeutas para tratar estas cuestiones”, enfatiza.

Ríos también resalta la necesidad de revitalizar estos conocimientos, especialmente en un contexto donde más del 12% de la población chilena pertenece a alguno de los 11 pueblos originarios reconocidos por la ley. «Es un derecho y, a la vez, es un deber de los profesionales de salud, y de la academia darse cuenta de eso». Este curso busca precisamente llenar ese vacío, al educar a los profesionales de la salud sobre la importancia de estos sistemas de conocimiento.

Uno de los conceptos más valiosos que Ríos destaca es el Itrofilmongen del pueblo Mapuche, que puede ser traducido como biodiversidad. «Todos los elementos que están sobre el planeta, incluso en el cosmos, tienen que ver con nuestra salud, y cuando se pierde la biodiversidad, se afecta directamente nuestra capacidad de sanar», explica. Esta perspectiva contrasta con la medicina moderna, que a menudo se centra en el individuo y no en la comunidad o en el entorno más amplio. «Los pueblos originarios siempre supieron leer la naturaleza, los ciclos del tiempo, y los ciclos de la procreación de las plantas y de los animales. Ese es un conocimiento que no debe perderse», afirma Ríos, destacando la importancia de integrar estos saberes en la formación de los profesionales de salud.

Por otro lado, María Mercedes Huichalao Colipi, lawentuchefe (curandera) de 72 años que participa en el curso, ofrece una perspectiva desde dentro de la comunidad Mapuche. Huichalao comparte su historia de vida y su rol como sanadora, subrayando las dificultades que enfrentan para mantener sus prácticas tradicionales. «Nosotros hemos insertado nuestra propia forma de salud, pero es muy difícil, muchas veces es muy precario en nuestra situación», comenta, refiriéndose a la lucha constante por el reconocimiento y la implementación de su medicina en un sistema de salud dominado por prácticas occidentales.

Huichalao señala que muchas personas no mapuches están más interesadas en la medicina tradicional que los propios miembros de la comunidad como una de las problemáticas: «Los no-mapuche creen más en la medicina que los propios mapuche», revela. A pesar de las dificultades, su compromiso con la sanación es inquebrantable, trabajando con métodos que hoy son considerados poco convencionales, marcando distancia de las formas de curación tradicionales: “la diferencia es que (nosotros) trabajamos con medicina natural, con todas las hierbas, siempre teniendo presente que todos los árboles tienen propiedad”. En el marco de lo anterior, es que sostiene que «para ser agente de salud tiene que haber mucha valentía», destaca, destacando la complejidad de su labor y la amplia cantidad de aptitudes y habilidades considera saber aplicar.

Ambos entrevistados coinciden en que falta conciencia y apertura en el pueblo huinca (no-mapuche) para aceptar y aprender de la conexión cultural. «Falta más conciencia del pueblo huinca, abrirse más. Para lograr eso, se tiene que estudiar la interculturalidad», enfatiza Huichalao. 

De esta manera, el programa «Salud y Pueblos Originarios» de EDUCO FAHU no solo educa a los profesionales de la salud, sino que también fomenta un entendimiento profundo y un respeto por las prácticas ancestrales que han sostenido a las comunidades indígenas por generaciones. A medida que la salud pública enfrenta desafíos cada vez más complejos, la integración de estos conocimientos podría ofrecer nuevas y valiosas perspectivas para mejorar la salud colectiva en Chile. Este llamado a la apertura y a la valoración del conocimiento de los primeros saberes es uno de los pilares del curso, que no solo busca educar, sino también revitalizar y dignificar las prácticas sanitarias de los pueblos originarios.

Créditos:
Texto: Fidel Palacios A.
Imagen: Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.