“Tras las Huellas del Horror y el Olvido, sistematización de un proyecto de investigación-creación sobre el informe de reconciliación UTE-Usach” se denomina esta iniciativa, la cual incorporará talleres de mimeógrafo e incluso taxidermia.
Encabezado por la Dra. Claudia Calquín, de la Escuela de Psicología, y la productora/gestora Carol Mockridge, el proyecto “Tras las Huellas del Horror y el Olvido” se centra en retratar los horrores de la dictadura vividos en la Universidad de Santiago a través de innovadoras metodologías. En entrevista con Comunicaciones FAHU, la Dra. Calquín y su coorganizadora relatan todos los detalles:
¿Cómo surge el proyecto?
Dra. Calquín: Esta iniciativa deriva del concurso “InES Ciencia Abierta”, de la Vicerrectoría de Investigación. Nosotros participamos porque una de las líneas de trabajo de este proyecto tenía que ver con la recuperación de las memorias, no solo esa memoria hegemónica, sino también otra modalidad de la memoria.
Nos encontramos con el informe de reconciliación, que surge en los años 90 acá en la Universidad Santiago, que declaraba la serie de atropellos a los derechos humanos y todo el horror que vivió la universidad durante la dictadura y decidimos abordarlo de una manera distinta.
Siendo un tema sensible, ¿de qué manera buscan acercarlo a la comunidad?
Dra. Calquín: “La idea es hacer intervenciones en el espacio público, provocaciones y, de alguna otra manera, traer a la memoria estos personajes del horror. Por ejemplo, estamos trabajando sobre la figura del primer rector designado por Pinochet, Eugenio Reyes, que en el fondo estaba involucrado en todo e implementó su propia dictadura”.
Mockridge: “De hecho, él es quien hace la nómina de los alumnos que no podían ingresar y quien decretó el cierre de algunas carreras. No se tiene mayor información a nivel universitario del peso que tuvo esta persona, y no es menor, pues establece la tarjeta de ingreso a la universidad como una medida represiva (no de seguridad), que hasta hoy continúa”.
Dra. Calquín: “Queremos publicar todo el material que generamos y jugar con la estética actual, trayendo a la memoria estos personajes, pero no en sepia o blanco y negro, sino a través de los medios que los estudiantes utilizan, también con el humor y la ironía para salirse del registro de la melancolía”.
Además de ser innovador en la práctica, este proyecto se rige bajo los parámetros de “ciencia abierta”, ¿en qué consisten éstos?
Dra. Calquín: Ciencia Abierta es un instrumento del programa Ciencia Pública que tiene como objetivo fortalecer el vínculo entre investigadores/as, divulgadores/as y la sociedad.
Queremos difundir la metodología de trabajo y la investigación-creación, porque nosotros a la vez que investigamos, creamos, hacemos intervenciones, hacemos performances, activaciones, y eso lo queremos difundir a través de podcasts sobre investigación-creación. Son cinco podcasts que cuentan con el apoyo de Radio Usach. Junto con esto estamos trabajando un documental, que es una acción muy interesante porque su proceso de construcción también es parte de la metodología”.
¿Algún adelanto que podamos mencionar con respecto a estas intervenciones?
Dra. Calquín: “Vamos a hacer dos talleres, uno de mimeógrafo, porque el proyecto es como una gráfica, hay una estética de resistencia y nos interesa trabajar con las tecnologías de la época que eran más mecánicas, no solo para evocar el horror, sino la resistencia, y la potencia de la vida que surge desde el día 1 del Golpe”.Mockridge: “El otro taller, que está a cargo de la artista y taxidermista Tania González, con quien estamos trabajando los conceptos del residuo y el desgaste. Invitamos a Tania con la finalidad de hacer, más que un taller, un laboratorio para entender estas capas, de lo que queda después de la muerte, tanto en materialidad como en simbolismo”.
Créditos:
Texto: Luciano Guzmán N.
Imagen: Luciano Guzmán N.