12 Dic 2024 / Noticias / Facultad de Humanidades, VIME /
Segunda versión Danza Circular de Hungría: una experiencia de conexión y bienestar en la Usach

Con un formato que privilegió la inclusividad y la conexión humana, esta actividad reunió a personas de diversas edades y contextos en torno a una práctica cultural que combina movimiento, música y emociones. Las danzas circulares emergieron como una herramienta terapéutica y comunitaria fundamental.

La Universidad de Santiago de Chile fue el epicentro de una actividad que combinó tradición, cultura y salud integral con la segunda versión de la iniciativa “Meditación en Movimiento: Danza Circular de Hungría”. Realizada el pasado miércoles 11 de diciembre en el frontis del edificio de Radio Usach, esta jornada reunió a estudiantes, docentes y participantes externos en una experiencia inclusiva y terapéutica, organizada por la Facultad de Humanidades (FAHU), la Vicerrectoría de Calidad de Vida, Género, Equidad y Diversidad (Vicaviged) y la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante (VRAE).

Valentina Vargas, estudiante de Pedagogía en Física y Matemática, compartió cómo la actividad se convirtió en un espacio para desconectarse de las exigencias académicas: “Me sirvió bastante para sentir esto más de comunidad, porque cada vez estamos mucho más separados. Fue una pausa en el semestre, una oportunidad para parar y estar presente”. También destacó la importancia de actividades como esta para el bienestar: “Hablamos de salud, pero siempre desde los fármacos. Esto, en cambio, aborda las emociones, y al final somos personas emocionales. Es un pilar fundamental de nuestro desarrollo”.

La diversidad de participantes enriqueció la experiencia. Claudia Araneda, quien asistió desde la comuna de Pedro Aguirre Cerda, resaltó el impacto de conectar con los demás a través del movimiento: “Estas cosas hacen que uno se libere y fluya. Estamos tan inmersos en el trabajo que no nos conectamos con lo que sentimos. Me emocionó sentir esa energía a través de la música antigua, que te conecta con la tierra y con lo mágico”. Asimismo, Claudia hizo un llamado a que más personas, especialmente hombres, se sumen a estas iniciativas: “Es de valientes atreverse a hacer algo distinto. Estas actividades deben seguir realizándose porque nos enseñan a mirar hacia adentro”.

Por su parte, Marcela Jiménez, integrante de la compañía Nezayen de Oriente y estudiante de la escuela de la profesora Fanny Sepúlveda, quien una vez más lideró el evento, enfatizó el poder transformador de las danzas circulares: “Hacer danzas circulares nos une desde el corazón, nos relaja la mente y nos ayuda a conectarnos con la tierra, con el cielo y con las personas. Es un momento especial con la naturaleza”. Además, destacó la importancia de la guía de Sepúlveda: “Ella enseña todo, desde la raíz de las danzas hasta el trabajo corporal y la energía. Participar en esto es una experiencia maravillosa para todos”.

El evento también contó con stands informativos donde distintas unidades de la universidad promovieron temas como salud mental, accesibilidad y autocuidado, reforzando la visión de bienestar integral. La organización destacó el carácter inclusivo de la actividad, que permitió a personas de distintas edades y experiencias encontrar un espacio de conexión y aprendizaje colectivo.

“Este tipo de iniciativas se alinea con una de las misiones de la Vicerrectoría de Calidad de Vida, Género, Equidad y Diversidad, que es fomentar una cultura de cuidado colectivo. Lo que buscamos como institución es que seamos una comunidad universitaria preocupada por sus integrantes y que, en conjunto, podamos contribuir a generar estrategias para mejorar su calidad de vida. Agradezco a la Facultad de Humanidades por invitarnos, a través de nuestro Departamento de Promoción Integral de la Salud, para proporcionar estos espacios que van en directo beneficio del bienestar integral de quienes formamos parte de la Usach”, destacó la Vicerrectora Karina Arias.

De esta manera, la actividad de dos jornadas reafirmó el compromiso de la Usach y de la Facultad de Humanidades con el bienestar de su comunidad universitaria. Como concluyó Marcela Jiménez: “Espero que nos sigan invitando. Participen, porque es una actividad maravillosa para todo el mundo”. La Danza Circular de Hungría no solo promueve la salud emocional y física, sino que también fortalece los lazos comunitarios y celebra la riqueza cultural a través del movimiento.

Créditos:
Texto: Fidel Palacios A./Luciano Guzmán N.
Imágenes: Fidel Palacios A./Luciano Guzmán N./Silvia Arias B.
Edición: Luciano Guzmán N.