El Doctor en Ciencias de la Educación se refirió a los alcances e implicancias que tiene la reflexión docente en la identidad profesional de las futuras y futuros profesores.
El Salón de Honor de la Universidad de Santiago de Chile recibió hoy a la generación 2023 de alumnas y alumnos de Pedagogía en Castellano. En la ocasión, el Director del Departamento de Lingüística y Literatura, PhD. Néstor Singer, junto con el Jefe de la Carrera, Dr. Patricio Moya y la Dra. Gisela Watson, dieron las palabras de bienvenida al año académico, para luego dar paso a la charla magistral del Dr. Rodrigo Fuentealba, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Chile.
Durante su exposición, el también miembro del directorio de la Red de Formadores de Formadores para la Organización de Estados Iberoamericanos Chile (OEI-Chile), advierte que llegado el año 2023 se requerirán cerca de 80.000 profesores de educación básica y alrededor de 14.000 de pedagogía en castellano, lo cual puede sonar venturoso para el campo laboral, pero sugiere discreción y mucha conciencia:
“El día de hoy se requieren profesores que promuevan el saber, el análisis crítico, el posicionamiento, la interacción y el sentido más profundo de lo pedagógico. Esto a través de fomentar el acceso a la escritura y la lectura. Considerando el aprendizaje como un proceso continuo de construcción y de deconstrucción, que fomente el interconocimiento entre pares y la generación de espacios de reflexión”.
“Las prácticas reflexivas y el darnos espacio para el desarrollo de la experiencia nos va a permitir profundizar en nuestra identidad profesional y en el cambio de nuestras prácticas para hacer de mejor manera nuestra labor como profesores y profesoras”, aconseja.
Por su parte, el Dr. Moya cierra la actividad con la siguiente observación: “debemos entender que la formación del profesorado pasa esencialmente por la reflexión sobre la práctica. Efectivamente tiene que haber un conocimiento disciplinar duro y sólido, pero éste no sirve de nada si no somos capaces de aplicarlo y a partir de eso reflexionar sobre nuestra propia práctica docente. Es decir, poder conversar reflexivamente con lo que estamos haciendo en el aula”.