Dentro de sus objetivos clave, esta iniciativa busca establecer un vínculo permanente entre la Universidad y los programas de intervención directa que trabajan en modalidades de reinserción, con el objetivo de transformar la realidad y promover una convivencia más inclusiva y equitativa.
“Aproximación comprensiva a los vínculos entre políticas de la vulnerabilidad, escolarización y producción de subjetividad: análisis en torno a procesos de reinserción escolar”, así se titula el proyecto liderado por la Dra. Sylvia Contreras, que en 2023 se adjudicara los fondos Fondecyt Regular otorgados por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico.
Este estudio se enfoca en comprender cómo las políticas públicas se materializan en contextos específicos de implementación, considerando las perspectivas y subjetividades de los actores involucrados. De esta manera, “este proyecto indaga en los procesos de reinserción escolar problematizando la categoría de vulnerabilidad asociada a estos escenarios educativos, que afecta el desarrollo de la intervención socioeducativa, en las subjetividades de los niños, niñas y jóvenes (NNJ) y de las y los profesionales que se desempeñan en estos programas”, explica la Dra. Contreras.
Durante el año en curso, el proyecto ha logrado importantes avances, incluyendo el inicio del trabajo de campo en una organización que implementa un proyecto de reinserción escolar, así como la delineación e implementación de líneas de reflexión y escritura de artículos sobre metodologías de investigación colaborativa en contextos de vulneración de derechos.
«Este proyecto no solo está orientado a recabar información, sino que también pretende incidir en las formas de intervención que desarrollan las iniciativas locales de implementación de las políticas públicas en pos de lograr un cambio sostenible en la realidad intervenida, bajo la perspectiva de la justicia social», enfatiza la Dra. en Educación, lo cual deja entrever lo marcado que está el sello FAHU dentro de este proyecto.
Siguiendo esta línea, la investigación se proyecta como un aporte a la comunidad en dos sentidos, explica la académica, “por un lado, entrega insumos acerca de modalidades de educación no formal muchas veces no consideradas de forma explícita en la formación de pregrado. Permitiendo así que nuestra comunidad integre en su seno las diferentes modalidades de educación existente en la sociedad y que la universidad puede aportar desde sus experticias”. En segundo lugar, “es un aporte crítico acerca de formas de hacer ya instituidas que reproducen desigualdades educativas y, a la vez, pone en valor prácticas socio-educativas que apuestan por el cambio”.
Es así que, con miras hacia el futuro, el equipo espera desarrollar una propuesta sostenible en el campo de la educación no formal, integrando lo pedagógico basado en la justicia curricular y social, así como el reconocimiento de saberes y habilidades hacia los niños, niñas y jóvenes sujetos de políticas de restitución de derechos. Además, buscan establecer un vínculo permanente entre la Universidad y los programas de intervención directa que trabajan en modalidades de reinserción, con el objetivo de transformar la realidad y promover una convivencia más inclusiva y equitativa.
Finalmente, la Dra. Contreras hace hincapié en lo trascendental que es innovar en estas materias: “investigar en humanidades y ciencias sociales es importante para mejorar nuestros aciertos y cambiar los sesgos presentes en nuestras prácticas profesionales que obstaculizan la profundización de la democracia, la superación de las desigualdades, las injusticias sociales y las barreras que imposibilitan la convivencia entre ciudadanos de diferentes orígenes sociales y culturales”.
Créditos:
Texto: Luciano Guzmán N.
Imagen: Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.