El evento enfatizó la colaboración interdisciplinaria y la creación de estrategias inclusivas para enfrentar desafíos compartidos en salud mental escolar. Ponencias y mesas temáticas resaltaron enfoques innovadores como el modelo de escuela total y el protagonismo de comunidades educativas.
La Universidad de Santiago de Chile fue escenario del «I Encuentro Iberoamericano de Investigadores Escolares en Salud Mental», los días 6 y 7 de enero de 2025, un evento que convocó a expertos de toda Iberoamérica para abordar estrategias innovadoras y compartir avances en salud mental escolar. Organizado por la Escuela de Psicología, el evento reunió a académicos de los más altos estándares de diversos países para compartir estrategias y modelos en torno al bienestar mental en el contexto escolar.
“Resolver los temas de salud mental no sólo implica una mirada estrictamente psicológica o del comportamiento, sino que requiere de un enfoque inter y multidisciplinar. En ese sentido, felicito la creación de este nuevo espacio, pues nuestra investigaciones pueden dialogar fecundamente con la posibilidad de sumar a las políticas públicas”, destacó la Decana de la Facultad de Humanidades, Dra. Cristina Moyano Barahona, en sus palabras de apertura.
La instancia continuó con las palabras del Secretario Ejecutivo del Plan de Reactivación Educativa del Ministerio de Educación, Joaquín Walker Martínez, quien celebró la creación del espacio e hizo énfasis en que «necesitamos trabajar de forma colaborativa, trabajar también con el Ministerio de Desarrollo Social, […] y con el sector académico. También, tenemos que cuidar a quien cuida, tenemos que cuidar a los profesores y profesoras, a los asistentes de la educación, a los directivos, desde la perspectiva también de la salud mental laboral.»
«Esperamos que la escuela y el jardín infantil, no sean solo un espacio que educa, sino que realmente actúen como un espacio que cuida, un espacio que protege, un espacio que transforma”, finalizó.
Luiz Ribeiro, Doctor en Educación y profesor adjunto en el Departamento de Ciencias Aplicadas a la Educación de la Facultad de Educación de la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil, participó activamente en este intercambio de conocimientos al compartir las experiencias de su país y profundizar en la integración de contextos diversos para promover la salud mental escolar. En su intervención, destacó la importancia de encuentros como este: “Es un espacio para compartir y saber los caminos a seguir para alcanzar logros en la salud mental escolar. Escuchar a los colegas de Iberoamérica nos permite entender los desafíos comunes y generar vínculos que enriquecen nuestro trabajo”. Además, subrayó cómo el modelo de escuela total puede ser clave en la promoción del bienestar escolar.
Por su parte, Constanza Méndez, psicóloga educacional y participante del programa “A Convivir se Aprende” en la región del Maule, reflexionó sobre el valor de la diversidad de experiencias presentadas en el encuentro: estas le permitieron identificar nuevas perspectivas para fortalecer las estrategias implementadas en su programa, inspirándola a explorar enfoques más preventivos y adaptados a realidades locales. “Conocer realidades nacionales e internacionales te permite salir de la caja y entender que hay estrategias y herramientas que no estamos considerando. Este evento nos invita a diversificar enfoques y a adoptar modelos más preventivos y promocionales que respondan efectivamente a las problemáticas de salud mental”.
Uno de los puntos álgidos del evento fue la participación del Dr. Eduardo Fonseca, Profesor Titular en la Universidad de La Rioja (España), quien presentó un enfoque integral que combina respaldo político, formación continua y seguimiento sistemático. Este modelo se distingue por involucrar activamente a familias y educadores en la implementación, y según el Dr. Fonseca, es importante que sea sostenido: “El respaldo político es fundamental. Sin ese apoyo, resulta difícil garantizar la sostenibilidad de los programas. Además, es clave involucrar a toda la comunidad educativa, desde las familias hasta los orientadores y la jefatura de estudios, asegurando una formación continua y un seguimiento sistemático”.
El Dr. Fonseca también destacó la necesidad de manuales que estandaricen las intervenciones: “Aunque a veces se critique, contar con manuales para usuarios y profesionales facilita la escalabilidad de los programas. Esto garantiza una aplicación uniforme y eficaz”. Asimismo, enfatizó el desafío de lograr la participación de las familias: “Incluso con recursos económicos, involucrar a las familias es complejo, pero esencial para el éxito del programa. Es importante que entiendan el beneficio directo que esto tiene para sus hijos”.
El encuentro no solo se centró en las problemáticas, sino también en proponer soluciones concretas y adaptadas a diferentes contextos, como el fortalecimiento de redes interinstitucionales, la implementación de modelos multinivel y el desarrollo de metodologías participativas que involucren activamente a estudiantes, docentes y familias. Constanza Méndez subrayó cómo esta instancia impulsa la innovación: “Sabemos cuáles son los indicadores de salud mental, pero este tipo de eventos nos invitan a no seguir haciendo lo mismo, sino a transformar realidades desde enfoques más inclusivos y efectivos”.
Con más de una docena de mesas temáticas, conferencias y talleres, el encuentro reafirmó la necesidad de abordar la salud mental escolar desde una perspectiva colaborativa e interdisciplinaria. Este encuentro marca un hito en la colaboración iberoamericana para enfrentar los desafíos de la salud mental escolar, construyendo puentes que fortalecen las prácticas educativas tanto de la Facultad como de la Universidad de Santiago, la interconexión universitaria y la colaboración colectiva para abordar la salud mental a nivel global.
Créditos:
Texto: Fidel Palacios A./Luciano Guzmán N.
Imagen: Luís Sánchez H.
Edición: Luciano Guzmán