14 Jun 2023 / Noticias / Departamento de Filosofía, Facultad de Humanidades /
Aristóteles sigue más vigente que nunca: Doctor en filosofía Usach explica la “psicobiología” en innovador proyecto Dicyt

La investigación se centra en cómo se vincula el estudio de las capacidades y facultades de los seres humanos, el pensamiento, percepciones, emociones, deseos, junto con la reflexión que realiza el gran filósofo griego sobre los seres vivos.

¿Cuál es la naturaleza de los sueños? ¿Son una sucesión de imágenes aleatorias que circulan en nuestro subconsciente sin un cauce definido, o acaso poseen algún significado ulterior?, este y otros temas, muy discutidos en la actualidad, ya los pensaba Aristóteles hace más de 2.300 años y en su afán por seguir develando los misterios del pensamiento del gran filósofo y de encauzarlos con el mundo actual, el Doctor Javier Aoiz, académico del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago, se encuentra desarrollando una investigación titulada “La Psicobiología Aristotélica: Una Interpretación Holística de las Facultades de los Seres Vivos”, la cual se adjudicó respaldo y fondos por parte de la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad (Dicyt).

El objetivo general de esta investigación, relata el profesor, es reconstruir los principales elementos del tratamiento holístico de las facultades del alma desarrollado por Aristóteles en su conjunto de obras “Parva Naturalia” y en las obras biológicas, tomando como hilo conductor sus consideraciones sobre la vigilia y los sueños, y evidenciar los aportes de dicho tratamiento holístico a la exposición de la teoría de las facultades contenida en su tratado “Acerca del alma”.

“El proyecto surge de mi interés, de hace unos cuantos años, por dos áreas de la filosofía aristotélica. Una, que normalmente se denomina psicología y otra, menos conocida, que se suele llamar biología. Esto con el fin de encontrar el engarce entre ellas, cómo se vincula el estudio de las capacidades y facultades de los seres humanos, el pensamiento, percepciones, emociones, deseos, junto con la reflexión que realiza Aristóteles sobre los seres vivos a nivel de composición, a su intención por conocer la vida en su máxima expresión. Desde las plantas, a los seres humanos, pasando por supuesto, por los animales” explica el Doctor Aoiz.

Este engarce se vuelve interesante, profundiza, “cuando Aristóteles realiza el vínculo entre el sueño, es decir el acto de dormir, con los sueños, hablando a un nivel onírico. En esta línea, el sabio deja de lado cualquier connotación religiosa, del asunto. Entonces, si los sueños no tienen ningún origen divino, no es ningún fenómeno que dependa de unas entidades más allá de lo que es nuestro propio cuerpo o nuestra propia mente, no hay nada mágico ahí.

Si bien no hay ninguna intervención de los dioses, enfatiza el profesor, “Aristóteles no niega que pueda haber alguna vinculación, quizá por azar, coincidencias o también por otra razón. Esto pues, los seres humanos, constantemente estamos preocupados de nuestros proyectos, afanes, deseos, culpas e intenciones y eso se proyecta en los sueños. Entonces, puede muy bien ocurrir que, al dormir, eso también tenga una combinatoria y surjan intenciones que luego tendrán lugar durante la vigilia, pero no es una conexión mágica, es una cohesión, diríamos, de redistribución de nuestras intenciones, nuestros deseos”.

¿Cómo se condice la innovación con mirar más profundamente hacia el pasado?

Una de las novedades de esta investigación es hacer énfasis en ópticas que están fragmentariamente dispersas pero que, al darles confluencia, pueden ser aportes para refrescar la aproximación que tenemos de estos pensadores. Los ponen en valía y también en diálogo con nuestros intereses.

Por supuesto que esto posteriormente tendrá sus realizaciones en términos de publicaciones. Uno siempre piensa en artículos, aunque lo ideal para uno es un libro. Y, más allá de lo personal, por supuesto, su difusión y comunicación en congresos, seminarios, conferencias y  actividades de docencia.

Créditos:
– Texto: Luciano Guzmán N.
– Imagen:
Luciano Guzmán N.