Entre 2020 y 2023, carreras como Pedagogía en Castellano e Inglés en la Usach mostraron mejoras en evaluación y didáctica, aunque persisten desafíos en la comprensión del sistema escolar. La END impulsa ajustes en los programas de pedagogía, destacando áreas como habilidades blandas y diversidad en el aula.
La Evaluación Nacional Diagnóstica (END) ha generado un impacto profundo en las universidades chilenas, particularmente en aquellas que forman docentes. Esta evaluación, instaurada hace varios años y regulada por la Ley N° 20.129, es un instrumento clave para medir el conocimiento pedagógico y disciplinario de los futuros profesores, brindando valiosa información para la mejora de los programas de formación. En la Universidad de Santiago de Chile (Usach), se realizó un análisis detallado de los resultados obtenidos en los últimos años, con el objetivo de identificar áreas de mejora y consolidar fortalezas.
Cristina Moyano, Decana de la Facultad de Humanidades de la Usach, destacó en su intervención la relevancia de esta prueba, que al inicio generó resistencias por parte de algunos sectores gremiales, pero que hoy es vista como una herramienta valiosa. «Ya no solo hemos aceptado el instrumento, sino que lo hemos valorizado y lo hemos puesto al servicio de la mejora continua de la formación de profesores», mencionó la Decana. Moyano resaltó que la prueba END permite hacer ajustes microcurriculares y reconsiderar los perfiles de egreso, aportando un diagnóstico crucial sobre los resultados formativos.
Uno de los puntos críticos revelados por la END es el bajo conocimiento que tienen los futuros profesores sobre el sistema escolar chileno. Aunque los estudiantes (de pedagogía) obtienen buenos resultados en áreas como el currículum, la didáctica y la evaluación, su desconocimiento sobre la normativa y el entorno laboral en el que se insertarán es una preocupación recurrente. Moyano subrayó la importancia de vincular la formación universitaria con las realidades cambiantes de las aulas, donde la diversidad y las nuevas demandas requieren habilidades adaptativas e innovadoras por parte de los docentes. «Este delta entre lo que aprendemos en la universidad y lo que encontramos en los colegios exige una formación más orientada a habilidades blandas», añadió.
En este contexto, el taller llevado a cabo por Christian Libeer, Coordinador del Área de Formación Inicial Docente, Christian Bustos y Fabián Valdebenito, relatores del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (Cpeip), marcó una exitosa jornada en la que participaron estudiantes y académicos de las carreras de Pedagogía en Inglés y Castellano de la FAHU, transformándose en una instancia de reflexión profunda sobre los resultados de la END. Gloria Romero, doctora, académica y profesora de la carrera de Pedagogía en Inglés, explicó que esta evaluación no solo mide el nivel académico de los estudiantes, sino que también “le permite a las universidades mejorar sus prácticas pedagógicas, sus currículums, sus mallas curriculares también y primordialmente hacer una autoevaluación de cómo estamos haciendo nuestra labor con los estudiantes de pedagogía”.
Por su parte, Christian Libeer Brouckaert, Coordinador del Equipo de Formación Inicial Docente del Cpeip, destacó que los resultados de la END no solo reflejan el rendimiento individual de los estudiantes, sino también la calidad de los programas formativos de las universidades, los que permiten a las instituciones ajustar sus prácticas y acompañar mejor a los estudiantes. «Estos tienen que ver con permitir levantar un diagnóstico que refleje la calidad de los programas de formación y el esfuerzo que ha hecho la Universidad a través de sus programas de formación para ir cada vez mejorando más las carreras de pedagogía. La importancia entonces es devolver a la casa de estudios, también, a través de estos resultados, cómo han evolucionado estos puntajes en la evaluación nacional diagnóstica», indicó Libeer.
El análisis de los datos de la prueba END correspondiente a los años 2019 a 2023, detallado en el informe del CPEIP, reveló que las carreras de pedagogía en la Usach muestran un progreso sostenido en diversas áreas, como la promoción del desarrollo personal y social de los estudiantes, el uso de estrategias didácticas y la evaluación del aprendizaje. Sin embargo, aún existen desafíos importantes. En el caso de la Pedagogía en Educación Física, por ejemplo, los resultados reflejan una mejora en algunos ítems, pero también una necesidad de reforzar la implementación de las estrategias de enseñanza-aprendizaje en contexto.
En la jornada se subrayó que los resultados de la Evaluación Nacional Diagnóstica son de carácter formativo y referencial, lo que implica que las universidades deben establecer acciones de nivelación para los estudiantes con bajos puntajes, al mismo tiempo que utilizan estos datos para sus procesos de acreditación. Un aspecto central de la prueba es su capacidad para evaluar no solo el conocimiento teórico de los estudiantes, sino también su habilidad para aplicar este conocimiento en situaciones prácticas, un punto crítico para la formación docente en el contexto actual.
Es así como la prueba END se ha consolidado como un diagnóstico integral que no solo evalúa a los futuros docentes, sino que también ofrece a las universidades una radiografía de la efectividad de sus programas formativos. La Usach ha sabido aprovechar esta herramienta para detectar fortalezas y debilidades, ajustando sus mallas curriculares y proporcionando a sus estudiantes una formación cada vez más alineada con las demandas del sistema escolar chileno. En palabras de la Decana Moyano, «este instrumento nos permite hacer mejoras sustantivas y cambiar acorde a los requerimientos efectivos de lo que el mundo de la educación requiere hoy».
Créditos:
Texto: Fidel Palacios A.
Imagen: Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.