Fuente: Departamento Educación FAHU USACH

Autor: César Calquín

El texto, titulado “Evadir. La filosofía piensa la revuelta de octubre de 2019″, publicado por Editorial Libros del Amanecer, recoge distintas reflexiones referidas al estallido social que diera lugar a las propuestas de modificación constitucional y es resultado de un trabajo colectivo que proporciona lecturas que desde el pensamiento filosófico se puedan proponer acerca de los acontecimientos que durante el último tiempo han convulsionado a nuestra nación.

El lanzamiento fue presidido por el Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, Carlos Ruiz Schneider y contó, además, con la participación de Claudia Gutiérrez, directora del Departamento de Filosofía y de la U. de Chile, Jorge Olivares, autor y doctorante en Filosofía por la U. de Chile, Rodrigo Karmy, académico del Departamento de Filosofía y del Centro de Estudios Árabes de la U. de Chile, y Cristóbal Balbontín, compilador de la publicación y académico de la Universidad Austral de Chile. La ceremonia será conducida por Raúl Villarroel, académico del Departamento de Filosofía de la U. de Chile.

“El dinero de los padres determinará la calidad de la educación de los hijos”

El capítulo del Dr. Retamal se titula “¿Cómo se articuló en la Constitución política el régimen filosófico que gobierna nuestra educación?” Y recoge una reflexión sobre la Constitución que gobierna nuestra educación y sobre cómo veía Jaime Guzmán la educación en el régimen militar que gobernó nuestro país durante 17 años: “Es algo que de común podemos encontrar, ciertamente, y más que en la letra o en su espíritu, en su modo retórico de articulación política. Una retórica que, como todos sabemos, tiene un protagonista, una filosofía política, y una mis-en-scène en la asamblea constitucional articulada en la dictadura de Pinochet”, cita en el texto el académico.

Además, en la obra, comentó los amarres que dejó la dictadura de Augusto Pinochet en los temas educacionales: “La bomba neoliberal que se instaló en la estructura del sistema educativo en la dictadura, se instaló en democracia bajo la forma de una bomba viral, lo que técnicamente conocemos como ‘neoliberalismo endógeno’: el SIMCE, los sistemas de mejoramiento escolar, la escuela eficaz, la jornada escolar extendida, los sistemas de control de calidad, el sistema de sanciones, y qué decir, la instalación de un tipo de habilidades blandas ligadas a las últimas teorías del capital humano para el crecimiento económico”.

“Hoy nos resulta evidente el problema que encierra esta prelación de los padres y esta subsidiariedad del Estado, porque prelación no significa, sino que ‘capacidad económica’, ‘ingreso económico’, es decir desigualdad de base para comprar educación de calidad. Hoy sabemos por experiencia que el dinero de los padres determinará la calidad de la educación de los hijos. El principio de subsidiariedad tal cual como lo entiende Jaime Guzmán lo que hace es fundamentar la privatización de la educación”, señaló el filósofo.

 

Publicado el 23 de marzo de 2020.