17 Jun 2025 / Noticias / DICYT, Departamento de Historia, Facultad de Humanidades, VIME /
Dicyt FAHU 2025 | Adriana Palomera investiga las trayectorias de extranjeros perseguidos políticos durante los primeros años de la dictadura en Chile

El proyecto cartografía las experiencias de movilidad de personas extranjeras que sufrieron detención, desaparición o exilio en Chile entre 1973 y 1975, rescatando sus memorias y aportando a la visualización de la represión desde un enfoque interdisciplinario.

La historiadora y Directora académica del centro de estudios migratorios (CEM) de la Universidad de Santiago, Dra. Adriana Palomera, lidera junto a Abelina Caniuñir y un equipo interdisciplinario el proyecto Cartografías y trayectorias de movilidad de extranjeros sujetos a persecución política en Chile: los primeros años de la dictadura (1973–1975), financiado por el Concurso Dicyt Regular 2025. El estudio busca reconstruir las trayectorias vitales de personas extranjeras que, durante los primeros años del régimen militar, fueron objeto de represión política en el país.

“Este proyecto nace de un trabajo que venimos desarrollando hace años, inicialmente centrado en refugiados y asilados extranjeros que estuvieron en embajadas o casas de refugio durante la dictadura”, explica Palomera. Sin embargo, con el tiempo, la investigación amplió su alcance al descubrir que muchos de estos extranjeros también fueron detenidos, desaparecidos o incluso asesinados. “Nos pareció necesario visibilizarlos, rescatar sus nombres, sus trayectorias, y mostrar que formaron parte del proceso político y social que vivió Chile en ese momento”, sostiene.

El equipo trabaja con diversos archivos institucionales y de memoria viva, incluyendo documentos del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Archivo Nacional y registros vinculados a derechos humanos. A partir de estos materiales, se busca construir mapas que georreferencien los espacios de detención, tránsito y salida de estas personas. “La idea es representar no solo los lugares donde estuvieron, sino también cómo se desplazaron, por dónde entraron, cómo salieron del país, o qué trayectorias recorrieron internamente”, explica la investigadora.

Una de las innovaciones metodológicas del proyecto es el cruce entre historia y geografía. “Gracias a la colaboración con Beatriz, una investigadora geógrafa, apostamos por una dimensión visual de la memoria, algo que no se ha trabajado mucho en Chile. Queremos que esto no solo sirva como investigación académica, sino como una herramienta pedagógica y educativa que se pueda usar en escuelas y universidades”, comenta Palomera.

El estudio se enfoca específicamente en el periodo 1973–1975, considerado por el equipo como una etapa crítica. “Es el momento en que comienza la dictadura y en que los extranjeros se convierten en un blanco prioritario. Hubo bandos militares que exigían a todo extranjero presentarse ante las autoridades, lo que generó un escenario de miedo e indefensión. Muchos lograron salir, pero otros no”, relata.

Uno de los objetivos centrales es construir un pequeño atlas que permita visualizar estos desplazamientos. Para Palomera, esta estrategia tiene un valor doble: por un lado, permite acercar la historia a nuevas audiencias, y por otro, confronta el negacionismo desde una base concreta y empírica. “Queremos aportar desde lo visual, porque muchas veces lo gráfico permite comprender lo que el texto no alcanza a transmitir. Nos parece fundamental recordar que estas personas no eran cifras: eran hombres, mujeres, jóvenes que vivieron la violencia política en carne propia”.

Además de rescatar estas memorias, el proyecto busca identificar patrones de movilidad, reconocer redes de apoyo, y entregar un registro detallado de los casos, desde los más conocidos hasta otros que han quedado fuera de los relatos oficiales. “La historia muchas veces invisibiliza, y parte de nuestro trabajo es traer esas vidas nuevamente al centro. Decir: estuvieron aquí, esto fue lo que vivieron”, enfatiza la académica.

Palomera también destaca que el proyecto se alinea con el sello y los valores de la Facultad de Humanidades. “Esta investigación se inscribe en una mirada crítica de los procesos históricos, con un compromiso con los derechos humanos y la memoria. No estudiamos el pasado por sí mismo, sino por lo que nos dice sobre el presente”, reflexiona.

El proyecto, además, incorpora a investigadoras jóvenes como Abelina Caniuñir, lo que Palomera valora profundamente. “Es una oportunidad de formar nuevas generaciones en este tipo de investigaciones y de fortalecer la participación femenina en los estudios históricos y de memoria”, concluye.

Este trabajo, que entrelaza historia, memoria, geografía y derechos humanos, contribuye no solo a rescatar vidas silenciadas, sino también a enriquecer el debate público sobre la dictadura, el exilio y la justicia histórica. Con ello, refuerza el compromiso de la Usach con una memoria activa, plural y situada.

Créditos:
Redacción: Sofía Molina C.
Fotografía: Cedida.
Edición: Luciano Guzmán N.